La imagen que aporta la bicicleta pública puede hacer un efecto llamada que incite al uso de la propia. Al menos, eso se desprende del estudio que el Observatorio de la Bicicleta Pública en España ha realizado con el objetivo de conocer el impacto que este medio de transporte tiene sobre la movilidad.

Para llevarlo a cabo se han realizado más de 2200 encuestas tomando como referencia los casos de Madrid, Zaragoza y Elche. De los datos se desprende que el 29% de los usuarios que han utilizado la bici pública han decidido comprarse una en el último año; de ellos, cerca de la mitad reconoce que la adquisición estuvo influenciada por el uso o la presencia de bicicleta pública en las calles. Además, el 30% de los encuestados que nunca ha recurrido al servicio usa su bici más a menudo simplemente como consecuencia de ver las públicas en la calle.

¿Cuánto se utiliza?

Según el informe, cuanto menor es el núcleo urbano, más se recurre a la bici pública. Así, mientras en Elche un 88% de los encuestados la utilizan al menos una vez a la semana, el porcentaje se reduce ligeramente en Zaragoza con un 84% y cae hasta un 52% en Madrid.

De este modo, los motivos por los que se utiliza la bicicleta pública están más orientados a actividades como ir al trabajo o a estudiar en Elche (67,1%) y Zaragoza (56,2%), mientras que en Madrid sólo aluden a estos motivos el 31,2% de los encuestados, por lo que parece  tener un uso más orientado al ocio.

Las principales reivindicaciones que se hacen desde estas ciudades para poder hacer un mayor uso de éstas son la necesidad de mejorar tanto el servicio como las condiciones de circulación.

Bici pública y privada

La mayoría de usuarios que utilizan la bici pública cuentan además con una propia que, en el caso de Madrid, utilizan fundamentalmente como modo de transporte (un 60%). No obstante,  a pesar de contar con su propia bici los usuarios utilizan el servicio para “realizar viajes inesperados” (cerca del 28%), desplazarse en una única dirección sin preocuparse más de la bicicleta (en torno al 25%) o por miedo al robo (otro 25%). En Madrid y Zaragoza se pone más de manifiesto la utilidad de la bicicleta pública para viajes no planeados(32,3% y 39,3%  respectivamente), mientras que en Elche prima el miedo al robo (38,3%).

La capital es la que cuenta además con un mayor porcentaje de ciclistas noveles (17,3%), es decir, que utilizan este medio de transporte desde hace un año o menos.

¿Por qué se abandona?

En el estudio se recogen además los motivos que han llevado a los usuarios a dejar de lado el servicio publico: un 30% lo hicieron porque se compraron su propia bicicleta, casi un 23% por circunstancias personales y aproximadamente un tercio lo hicieron a causa de diversas deficiencias del servicio.

Además en Madrid se atribuye el abandono del uso de la bicicleta pública al precio elevado (13,7%) y al mal funcionamiento de las estaciones (9,6%), mientras que curiosamente en Zaragoza y Elche la inseguridad vial es el motivo con más peso (8% y 20% respectivamente)