La polémica está servida. El ayuntamiento de Madrid ha anunciado que llevará a cabo, presumiblemente antes de que acabe el año, la construcción de 36 kilómetros nuevos de carriles bici por las calles de la capital y que, esta vez, lo hará bien.

O no. Porque algunas de las principales asociaciones de ciclistas de Madrid ya han mostrado su rechazo a este plan. Aunque parezca paradójico, no están de acuerdo con la incorporación de estos nuevos tramos a los ya existentes, al menos tal y como lo han planteado los técnicos del ayuntamiento.

En un comunicado conjunto, “En bici por Madrid” y “Madrid ciclista” explican las razones por las cuales piden la inmediata paralización de la licitación de las obras, que deberían comenzar antes de finales de año por cuestiones administrativas y de presupuestos del ayuntamiento.

En este texto, las asociaciones critican con dureza la idea de los nuevos trazados: “El Ayuntamiento está impulsando diseños obsoletos que ya no se usan en ningún país Europeo (sic) y que están causando un goteo de víctimas mortales en otras ciudades como Barcelona”.

En concreto, estos diseños engloban “carriles bici bidireccionales, carriles bici que continúan en aceras o que abocan a pasos de cebra, carriles bici que ponen a los usuarios en los ángulos muertos de los coches, carriles bici con anchos ridículos que no cumplen los estándares básicos de seguridad o carriles bici que imposibilitan el giro natural a los ciclistas”.

Además, desde estas asociaciones también critican la opacidad con la que el consistorio de Manuela Carmena ha actuado, publicando los planos y el proyecto en pleno de mes de agosto, y no se explican la desaparición de determinadas figuras como los ciclocarriles o la aparición de los carriles bidireccionales, que “provocarán conflictos e inseguridad para los vecinos de la zona en 27 pasos peatonales que los cruzan” y que en Barcelona están provocando “numerosos atropellos de peatones por bicis, con incluso dos personas muertas este año”, según indican.

Por todo ello, desde estas asociaciones exigen “la paralización preventiva inmediata de los concursos que, de ejecutarse, pondrían seriamente en peligro a los ciclistas en esas calles” o, en caso contrario, exigirán “responsabilidades por todas las vías tanto administrativas como judiciales a los responsables técnicos y políticos de estos proyectos”.

En el lado opuesto, la Asociación Pedalibre se ha mostrado partidaria de realizar las obras tal y como están recogidas actualmente en los planteamientos del ayuntamiento. En otro comunicado afirma que la Asociación Pedalibre “se desmarca totalmente de su contenido” y que entiende que una paralización en la ejecución de estos proyectos, como piden estos grupos, “supondría demorar más aún la modernización de nuestra ciudad y la toma de medidas a favor del transporte sostenible y contra la contaminación”.