Esta moda consiste en marcar una raya vertical en la zona del abdomen y las costillas. Esta raya se ha podido ver en fotos de modelos como Emily Ratajkowski, Kendall Jenner, o Alessandra Ambrosio, y es un peligro para las jóvenes adolescentes que quieran imitarlas haciendo locuras con la alimentación o en interminables sesiones de entrenamiento.
Ahora que ya sabes la pinta que tiene el famoso Ab-Crack seamos realistas. Tampoco pasa nada por querer marcar la tableta, siempre y cuando llevemos un estilo de vida saludable y no nos obsesionemos.
Pero como el “Belly button Challenge” que consistía en tocarse el ombligo pasando el brazo por detrás de la cintura, el Ab-Crack también va a depender de varios factores que no podemos controlar por mucho que nos empeñemos.
Y es que no todo el mundo puede tener esa línea en el abdomen aunque hagamos unas rutinas de abdominales correctas, y llevemos una alimentación saludable. Parte tiene que ver la genética, y parte los cánones nada saludables de las revistas de moda y fitness (algunas). Muchas veces, a este tipo de modelos se les paga para verse poco naturales y saludables.
En otras palabras, el Ab-Crack que ves en las revistas son fruto de entrenamientos extremos y ADN. No hay dieta específica para tripa, o alimentos milagrosos que te garanticen el Ab-Crack. Así que en lugar de buscar “El Dorado” en tus abdominales, limítate a hacer un buen trabajo del core, que también incluye la zona lumbar y oblicuos.
Además, y como ya debería ser sabido por todos, la tableta se marca en la cocina. Evita los alimentos con muchas grasas saturadas, y los hidratos por la noche (sobre todo los de índice glucémico alto). Al fin y al cabo, por muchos abdominales que hagas, la tableta no se verá si está cubierta de grasa.
Si con estos consejos consigues que se vea tu Ab-Crack, tampoco tienes que preocuparte ya que, como dije antes, tal vez tu ADN esté programado para que sí aparezca.
