Está demostrado que se tardan unos 21 días en adquirir un hábito saludable para mejorar tu calidad de vida, y también se ha demostrado, por ejemplo, que cuando más cerca tengas el gimnasio de casa, más probabilidades hay de que no lo dejes por imposible.

Si combinamos esas dos variables, puede que, a veces, te encuentres en un punto intermedio en el que la desmotivación y la falta de ganas de volver al gimnasio te puedan hacer mella hasta el punto de dejar de asistir a sus clases colectivas u olvidarte de tu tabla de ejercicios. Para evitar que esto ocurra, te damos unos tips que te ayudarán a motivarte:

1.- No te pongas metas muy altas: lo fundamental en estos casos es evitar la frustración que te puede provocar ver que no obtienes resultados a corto plazo. Esto es algo de lo más normal, puesto que el cuerpo no se moldea de un día para otro, sino que es una inversión a largo plazo. Ponte objetivos a corto plazo y vete cumpliéndolos uno por uno, pero con mucha calma y tranquilidad para no caer en lesiones por sobrecarga.

2.- Pícate con los amigos: hoy en día existen multitud de aplicaciones para el móvil que permiten registrar tus progresos en el entrenamiento y compartirlo en redes sociales o en la misma aplicación con su comunidad. Encuentra una o varias personas amigas con las que puedas picarte, compartiendo tus resultados y comparándolos con los suyos. Eso sí, competencia sana.

3.- Lleva una liebre: nos referimos, evidentemente, a que lleves a un amigo/a contigo al gimnasio a entrenar. De esta manera ya te estarás obligando a ir al gimnasio para no dejar colgado a tu “liebre”, y será una forma de hacer más divertido tanto el trayecto hasta allí como la propia estancia dentro de las salas del gym. Eso sí, no dediques el tiempo que estás en el gimnasio a darle palique a tu “liebre”.

4.- Cuelga tus resultados en las redes sociales: un estudio de la Universidad de Pennsylvania demostró que las personas que colgaban los resultados de sus entrenamientos en las redes sociales hacían más ejercicio que las que no los colgaban.

Con esto, moderación y, sobre todo, no obsesionarse en tener resultados rápidos para conseguir los likes fáciles en redes sociales. Lo primero de todo debe de ser tu salud y tu propio bienestar. Lo demás vendrá después y será una consecuencia del trabajo diario.

5.- Deja la ropa preparada: otra de las tácticas de motivación que puedes usar para que no se te “olvide” ir al gimnasio es dejar la ropa preparada en un lugar visible de la casa para que cuando llegues de estudiar o del trabajo sea lo primero que veas y te acuerdes de que tienes que ir a hacer deporte.

Así servirá como recordatorio permanente y, si no vas, la ropa estará ahí mirándote con cara de mala leche para que te sientas culpable por haber sido vencido por la pereza.