Sentir como te tiemblan los músculos, dolor, molestias varios días después del ejercicio… ¿te suenan estos síntomas? Si es así, puede que tu entrenamiento no esté aportándote todos los beneficios que te piensas.

Y es que, tal y como señala la asesora del American Council on Exercise, Jessica Matthews, “sentir un poco de dolor después del ejercicio es bueno significa que los músculos se hacen más fuertes”.

Sin embargo, Matthews advierte de que ciertos tipos de dolor pueden estar señalando un problema, como una lesión por sobreuso. La clave está en ser capaz de detectar las señales de alarma que genera nuestro cuerpo.

Veamos cuáles son:

1.- Tus músculos tiemblan como un terremoto 7 en la escala Ritcher

“Que los músculos tiemblen un poco no es motivo de preocupación”, explica Matthews, sin embargo, si sientes como tus músculos tiemblan a un nivel que resulta excesivo te estarán alertando de un fallo muscular.

No sólo corres el riesgo de que no te respondan si no de que puedas tener algún accidente, como por ejemplo dejar caer un peso sobre el pie. "Cuando se está demasiado cansado,  no se es capaz de mantener la forma apropiada durante un ejercicio", afirma Matthews. "Eso puede conducir a una distensión muscular o un desgarro".

2.- Sufres un súbito dolor agudo

Sufrir en dolor general en los músculos puede ser signo de que tu entrenamiento supone un reto. Sin embargo, un dolor intenso que aparezca de forma repentina indica que algo va mal.

“Es mejor no continuar con el ejercicio ya que puede conducir a una lesión muscular o de la articulación”, señala Moira McCarthy, cirujano ortopédico especializado en medicina deportiva en el Hospital for Special Surgery en Nueva York.

3.- Después de correr, te duele de manera persistente

Si después de salir a correr sientes calambres en las piernas, dolor o hinchazón en las rodillas, “tómatelo con calma unos días”,  aconseja McCarthy.

Estate atento a estas señales porque puede que tengas que pasar más tiempo calentando o estirando antes de lanzarte a la carrera. Pese a ello, si el dolor persiste, no lo dudes, ponte en manos de un fisioterapeuta que te podrá ayudar a corregir y fortalecer las áreas susceptibles de lesiones.

4.- Tres días después de entrenar, ¿y sigues con dolores?

Entrenaste muy duro y ahora te duele hasta mover el brazo para beber agua o subir las escaleras. Vale, eso puede ser normal entre 24 y 48 horas.  Pero si no te recuperas, según señala Matthews, " significa que has hecho demasiado esfuerzo".

Debes esperar a que los músculos se curen y el desaparezca antes de volver al gimnasio. "Si no lo haces, con el tiempo, puedes acabar sufriendo una lesión aguda".

5.- ¿Te duele al hacer un determinado movimiento?

Sufrir a la hora de ejecutar un cierto movimiento,  dice McCarth, es señala de que algo va mal. Si además el dolor es agudo, es necesario que acudas a un especialista. Si no es tan fuerte, tómate tu tiempo para preparar mejor los entrenamientos.

"Asegúrate de que estás calentando y estirando correctamente, y de que te has hidratado durante el ejercicio”. Por ello, la experta recomienda ir al ritmo que nos permita nuestro organismo y no tratar de seguir el que llevan los otros.