Si esto es lo que te ocurre, te traemos siete trucos que, al menos, te ayudarán a intentar peso con mayor facilidad. Eso sí, en tus manos sigue estando si los quieres seguir o si, por el contrario, prefieres seguir con tu particular travesía por el desierto.

1.- Ponte objetivos

Tener un objetivo principal de perder 15 o 20 kilos está muy bien, pero de nada te servirá si empiezas a hacer deporte, a comer más sano y ves que en la primera semana no has adelgazado 5 kilos.

No, no es así de fácil. Calcula que, en el mejor de los casos, haciendo deporte moderado y con una dieta saludable, perderás alrededor de 0,5 kilos por semana, por lo que el primer truco es ponerte metas a corto plazo. Por ejemplo: cuando acabe esta semana quiero haber hecho X kilómetros, X abdominales y X sentadillas. Cúmplelo, y te sentirás mejor.

2.- Diviértete

No va a ser fácil, ya te lo advertimos pero, al menos, inténtalo. Si puedes, sal a hacer deporte con compañía y verás cómo se te pasa más rápido el rato del entrenamiento. Disfruta de lo que haces y piensa que, cumplas o no cumplas tus objetivos, ya estás haciendo más que si estuvieras en casa tirado en el sofá sin hacer nada.

3.- No comas en exceso

Por supuesto, no comas alimentos que te hagan engordar tipo embutidos, bebidas calóricas, todo tipo de fritos, pan, etc. Y, de lo que sí que puedes comer, comidas saludables y sanas, cómelas con moderación.

Esto no quiere decir que te comas cuatro hojas de lechuga y ya está. No. Significa que si te vas a hacer una ensalada, que está muy bien, no la líes echándole salsa césar, trozos de pan, trozos de queso… O que como el aguacate es sano, te comas tres aguacates cada vez que comes o cenas. No. Moderación y sentido común.

4.- Cocina en casa

Sí, a veces es complicado cocinar en casa, sobre todo cuando te pasas la mayor parte del día en el trabajo, pero inténtalo. Cuando te pones el objetivo de perder peso es importante que puedas reducir al máximo la ingesta de sal, grasas e hidratos de carbono, y eso reina en los menús de los restaurantes.

Por eso, si cocinas en casa eres tú quien controla los ingredientes que echas y la forma de cocinar los mismos, por lo que es mucho más fácil que reduzcas esas partidas de productos negativos para tu objetivo final.

5.- No te saltes los entrenamientos

Parece obvio pero, muchas veces, creemos que como ya hemos entrenado un par de veces esa semana no tenemos por qué hacer más actividad deportiva, y terminamos saltándonos los entrenamientos.

Fallo, y de los gordos. Los entrenamientos tienen que ser tan sagrados como la Biblia, y debemos hacerlos cuando los tenemos marcados. La disciplina, o la falta de ella, es uno de los principales problemas de que nos frustremos y tiremos todo el trabajo por la borda.