No estás rodando una peli porno, no hace falta que hagas un maratón de sexo durante tres horas antes de irte al gym porque acabarás agotado. Sin embargo, tener relaciones sexuales previas a tu entrenamiento, al contrario de lo que alguna vez has oído, puede resultar muy positivo para ti. Ya podemos ver tu carita de sorpresa. ¡Estás de enhorabuena! Te contamos por qué deberías tener sexo antes de ir al gimnasio.

Porque te da perezote ir a entrenar

Saber que vas a tener sexo antes de ir al gimnasio te motiva. Es como un pequeño empujón, una especie de premio o recompensa previa al ejercicio que puedes usar como truco para no saltarte ni un entrenamiento. Si hoy deberías pero no te apetece nada ir a entrenar, vence a la pereza, por ejemplo, masturbándote antes de irte al gimnasio. ¡Seguro que esto te activa!

Porque tendrás más testosterona

La actividad sexual hace que los niveles de testosterona del cuerpo crezcan. Esto es algo que viene muy bien de cara al entrenamiento con pesas, ya que hará que tu fuerza aumente, que levantes más peso y que tu crecimiento muscular sea mayor. ¿A que nunca imaginaste que lo de construir más músculo iba a ser algo tan excitante?

Porque te sirve de calentamiento

Lo de los 10 minutos de elíptica o de cinta antes de ponerte con la tabla de ejercicios es algo que te da una pereza tremenda y que a veces sientes que te deja frío. Si vas a entrenar en casa, una buena sesión de sexo puede ser un gran calentamiento para antes de empezar con tus ejercicios. Eso sí, la validez del sexo para preparar a tus músculos y articulaciones para la acción dependerá del ritmo y de la intensidad de vuestros movimientos.

Porque estiras tu músculos

Para estirar bien tu cuerpo antes de ponerte a ejercitar cada parte de tu anatomía, nada mejor que poner en práctica dos o tres posturas del kamasutra. No vayáis a por las más clásicas.

Olvidad en esta ocasión la del misionero y la del perrito y probad con algunas más complicadas. De esta forma, estirarás mejor tus músculos y evitarás lesiones durante tu entrenamiento posterior en el gimnasio.

Porque haces tu parte de cardio o HIIT en casa

Esa media hora en la que tienes que sudar subido a la cinta de correr o pedaleando a toda velocidad en la bici estática es algo que te aburre bastante. ¡Ojalá pudieras saltarte esa parte! Sin embargo, ya sabes la importancia del ejercicio cardiovascular para quemar grasa y eliminar calorías.

Una alternativa a los ejercicios de cardio tradicionales es hacer una buena sesión de sexo. Si es muy intensa, podrá incluso considerarse como HIIT o entrenamiento a intervalos de alta intensidad. Sudarás más y quemarás mucha más grasa en menos tiempo. Nunca adelgazar había sido tan placentero.

Porque después del gimnasio tendrás agujetas y no lo harás igual

Es cierto que los entrenamientos de fuerza hacen que los niveles de testosterona de tu cuerpo se disparen y tengas mucha más ganas de sexo. Pero también debes tener en cuenta que, después de una dura sesión de pesas, estarás más cansado y es probable que te quedes dormido mucho antes.

Además, las agujetas que todos conocemos impedirán que realices muchos movimientos con la misma facilidad que cuando no las tienes. Es mejor que, si vas a tener sexo, lo hagas antes del gimnasio para poder darlo todo y que las posturas más complicadas no se te resistan.

Porque después de hacerlo te mantienes activo y no te aplatanas

El subidón que te da tener relaciones sexuales te llenará de energía para que vayas al gimnasio con otra actitud. Eso sí, después de hacerlo con tu pareja o de masturbarte tú solito no te quedes sentado ni te tumbes, ya que eso hará que te aplatanes y te acabes quedando dormido. Lo mejor para que el chute de energía que te da el sexo te dure de cara al entrenamiento, es irte a hacer tu tabla de ejercicios nada más acabar.

Porque estás sexy con la ropa deportiva y a tu pareja le pondrás mucho más

Cuántas veces se te van los ojos en el gimnasio detrás de ese chico cachas al que le quedan tan bien las mallas ajustadas con las que marca cuádriceps y paquete. O cuántas otras te distraes observado a ese que, con su camiseta de tirantes y escote gigantesco, deja asomar algún pezón cuando hace el press de banca, homenajeando el mítico momento protagonizado por Janet Jackson en la Superbowl de 2004.

Vamos, que la ropa deportiva puede ser muy sexy y tu pareja se pone a 100 cada vez que te ve vestido para entrenar. Aprovechad ese clima de erotismo para dar rienda suelta a vuestras pasiones. Verás qué agustito te vas al gym...