Si vivías pendiente de la báscula hasta que llegó la tendencia de los fofisanos y la idea de que los kilos de más no tenían por qué ser dañinos para la salud, sentimos decirte que varios estudios echan por tierra esa idea de que la obesidad también puede ser saludable.

El último ha sido publicado por la prestigiosa revista Cell Reports y deja claro que la obesidad saludable es un imposible, es decir, que lo de los fofisanos, por mucho que te pueda gustar, es un cuento.

“Nuestro trabajo sugiere que es necesario actuar ante todos los casos de obesidad, incluidos los individuos metabólicamente sanos. Dado que la obesidad es la principal causa de la alteración de la expresión de los genes, deberíamos seguir centrados en prevenirla", afirma uno de los autores del estudio, Mikael Ryden, del Instituto Karolinska de Suecia.

Para llegar a esta conclusión se tomó una muestra de 65 personas, 15 de ellas sanas sin obesidad y 50 obesas de las cuales algunas de ellas habían sido definidas como “sanas”.

Se define con un metabolismo saludable a aquellas personas que, aunque tengan algún que otro kilo de más, no tienen más de dos de las siguientes enfermedades: diabetes tipo dos, hipertensión y dislipemia (elevada concentración de lípidos en sangre), y que no consumen medicación para corregir ninguna de ellas.

La prueba consistió en realizar una biopsia del tejido adiposo antes y después de administrar insulina a todas ellas.

El resultado mostró que existía una clara distinción entre aquellos que nunca habían sido obesos y los que sí (aunque se les considerara como “sanos”). De este modo, los obesos mostraron una expresión genética y una resistencia a la insulina anormal en la expresión de sus genes.

“Los kilos de más y la acumulación de grasa abdominal, más que un factor de riesgo, son el principal factor que determina la salud metabólica de una persona”, asegura Ryden. “La obesidad promueve la alteración de la expresión genética del tejido graso por lo que deberíamos poner el foco en cómo evitarla”.

Un hecho sobre el que ya ha lanzado una alarma la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha llegado a definir la obesidad como “pandemia”. Según este organismo, desde 1980, la obesidad se ha duplicado en todo el mundo.

Así, en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 años o más tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos. El hecho, ha provocado un incremento en la probabilidad de sufrir enfermedades cardiacas, ictus, cáncer y diabetes tipo dos.

Así, que… ¡venga! Menos excusas y a quitarse esos kilos de más.