Tradicionalmente, todos los estudios que habían analizado la relación entre oxígeno consumido y el tiempo que se utilizaba para ello cuando se practicaba deporte habían concluido que los hombres estaban más en forma que las mujeres. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Salud de la Universidad de Waterloo, en Canadá, ha demostrado lo contrario.

Los investigadores escogieron a una pequeña muestra de nueve hombres y mujeres de entre 18 y 30 años y con índice de masa corporal muy similar y les pusieron a caminar en una máquina de correr.

Después de un pequeño periodo de tiempo para calentar los músculos y adaptar al cuerpo, fueron animados a incrementar progresivamente tanto la velocidad como la inclinación de la máquina de correr, hasta que llegaran, al menos, al 80% de su máxima frecuencia cardiaca.

Cada una de estas personas llevaba colocada una máscara como las que se utilizan cuando te hacen una prueba de rendimiento, de tal manera que se pudieran medir todos los gases que expulsaba su organismo y todo el oxígeno que consumían.

Y ese era precisamente el objeto del estudio: analizar cómo aumentaba el consumo rápido de oxígeno cuando pasas de un estado de descanso a un ejercicio intenso con una premisa: si las personas no están en forma, se adaptan más despacio al ejercicio, lo perciben como una carga más pesada y, al final, lo dejan, por lo que vuelven a estar menos en forma que el resto.

¿Cuáles fueron los resultados del estudio?

Aunque la muestra tan solo abarca a 18 personas en total, los investigadores encontraron que las mujeres se adaptaban mejor al ejercicio transcurridos únicamente 30 segundos, mientras que los hombres tardaban 42 segundos, lo que quiere decir que las mujeres se adaptaban un 30% más rápido que los hombres, siendo así más eficientes en obtener la forma física adecuada.

Según uno de los autores del estudio, el Dr. Hughson, “mientras que los hombres son, por naturaleza, más rápidos y más fuertes físicamente que las mujeres, ellos no pueden reclamar también que son los que están más en forma”. Además, añade un matiz importante. “Estar en forma se puede definir por una potencia aeróbica máxima, o también por otros indicadores: si monitorizamos cómo de rápido una persona se adapta a un determinado nivel de ejercicio, es también un indicativo importante de en qué forma está y si está sana o no”.