Un 16% de la población española sufre de cálculos renales, un problema con el que debemos tener especial cuidado en verano. Las altas temperaturas aumentan las posibilidades de aparición de piedras en el riñón y con ellas los consiguientes cólicos nefríticos.

“A más calor es más fácil que, por los mecanismos de termorregulación, la orina se concentre al extraer parte de su agua. Esto favorece un aumento de la concentración de sales en la orina, que facilitaría su cristalización y formación de cálculos. Por esta razón, son muy frecuentes los episodios de cólicos nefríticos en las temporadas de calor”, explica el Dr. Luis Llanes, experto en litiasis urinaria del ICUA de Clínica Cemtro.

Los que han pasado por ello aseguran que el dolor que produce la eliminación de una piedra en el riñón es el más parecido a un parto natural, intenso y continuo, que arranca en la zona lumbar y se extiende a genitales por la obstrucción de los conductos de la orina.

¿Pero qué es realmente un cálculo renal? ¿cómo se forman las llamadas piedras? En realidad hablamos de sal cristalizada, pues “a medida que aumenta la concentración de la sal en las vías urinarias se alcanza el punto en el que no puede disolverse más cantidad de sal, a pesar de los inhibidores, y se forman los cristales”, asegura el experto, que describe como estos cristales de sales, fundamentalmente cálcicas, se van depositando a lo largo de los túbulos renales formándose las piedras que conocemos.

El calor favorece su formación, por lo que hacer deporte en verano conlleva otros riesgos más allá de los conocidos. La deshidratación es el mejor de los escenarios para la creación de un cálculo y un mayor crecimiento de los ya existentes que puede desembocar en un episodio obstructivo, advierte el Dr. Llanes. Es imprescindible evitar las horas de calor si queremos hacer ejercicio al aire libre y mantener una correcta hidratación.

Son recomendaciones que debemos asumir todos, además de otras específicas según el perfil de cada paciente. Aunque en general lo aconsejable sugiere beber mucho líquido y mantener una dieta variada, baja en sal y carnes rojas.

Y es que una vez se hayan formado las indeseadas piedras, en caso de imposibilidad de eliminarlas de manera natural, las soluciones son más complejas.

“Existirían medidas farmacológicas orientadas a modificar el pH urinario, la cantidad de calcio en orina y de otras sales que forman cálculos La eliminación de las piedras se hace mediante cirugía mínimamente invasiva, endourología, o mediante litotricia extracorpórea por ondas de choque; cuando los cálculos producen síntomas de dolor, infección o sangre en la orina, o cuando alcanzan un tamaño , que varía dependiendo de su localización en el riñón o en el uréter, que sabemos va a ser difícil su expulsión espontánea o bien sabemos que van a producir un deterioro del riñón afectado”, explica el especialista.

Siempre bajo la supervisión de un facultativo médico, en casos de dolor de gran intensidad se recomendarán analgésicos u opiácos. De momento, y esperando no sufrir ningún cólico, podemos prevenirlos bebiendo. Este verano agua, mucha agua.