Bien, ya sabes que no es lo mismo tener tripa, que tener tripa hinchada. Para el primer caso debes aliarte con una buena alimentación para eliminar la grasa y que tu tableta comience a dar señales de vida.

Por otro lado, si lo que tienes es el vientre hinchado, puede ser por dos cosas:

1.- Que no tengas suficiente tono muscular y todas tus vísceras hagan presión hacia adelante, dándote esa tripa abultada.

2.- Que a tu cuerpo le cueste digerir ciertos alimentos a los que, quizá seas intolerante y aún no lo sepas. También un consumo muy elevado de alimentos ricos en fibra puede provocarte gases, que también hacen que tu tripa se infle como un globo.

En esta ocasión nos vamos a centrar en el caso número uno, donde con el ejercicio, en especial de la zona abdominal, debería fortalecer y tonificar esos músculos, haciendo que este verano sí tengas que ponerte crema solar en los empeines.

Crunch con piernas elevadas.

Colócate boca arriba como si fueras a hacer un abdominal clásico, pero eleva las piernas como si quisieras pisar el cielo (o el techo si estás en tu casa o gimnasio). Con esto lo que conseguimos es llamar también a la acción a la parte inferior del abdomen, que es la que menos se suele activar en nuestro día a día.

Tijeras

En esta ocasión coloca las manos por debajo de las caderas (a la altura de la rabadilla), extiende las piernas hasta que tus pies casi toquen el suelo, y pasa una pierna por debajo de la otra como si bailaras el “aserejé”. Es muy importante que, si estás empezando, mantengas la cabeza y los hombros apoyados en el suelo lo más relajados posibles.

Pedaleo

Esta vez partiremos de la misma posición que en el ejercicio de “tijeras” pero ahora sí separaremos la parte alta de la espalda del suelo. Una vez en esa posición, elevamos las piernas y damos pedaladas como si fuéramos en una bici. Este ejercicio es bastante duro puesto que trabajamos tanto la parte alta como la parte baja de los abdominales. Si ves que te cuesta demasiado, o te empieza a molestar el cuello, entonces haz el pedaleo pero con la cabeza apoyada en el suelo.

La plancha

Vamos con el clásico de los clásicos, pero a la vez de los más efectivos. Y es que este ejercicio, además de trabajar los brazos, el pecho, los hombros, e incluso las piernas, también activa una parte del abdomen que se conoce como el transverso.

Este músculo es de los más importante para reducir el perímetro de la cintura ya que hace de “faja” y coloca las vísceras donde deben estar. Si no sabes localizar bien ese músculo prueba a sentarte en una silla y meter el ombligo hacia adentro todo lo que puedas.

Aguanta todo el tiempo que puedas y allá donde notes que te quema, ese es el músculo del que te hablo. Te darás cuenta de que la sensación de quemazón es diferente a cuando haces un abdominal clásico.

En resumen, si lo que te pasa es que tienes barriga porque tu abdomen no tiene tono, entonces con estos ejercicios no tardarás en notar buenos resultados. Si por el contrario, tu tripa sigue  estando bien abrigada con una buena de grasa, entonces el trabajo tendrás que hacerlo en la cocina. Pero ojo, si a la vez haces estos ejercicios, estarás matando dos pájaros de un tiro.