La definición del yoga está íntimamente ligada con la unión del alma con la divinidad si crees en un ser divino y en el simple bienestar físico y mental si no eres una persona creyente.

Sus beneficios son de sobra conocidos: mayor equilibrio emocional, más flexibilidad, menos estrés y ansiedad, y un largo etcétera.  En la India, origen del yoga, esto lo saben bien y, quizás por ello, hace más de mil años comenzaron a practicar el yoga de la manera más natural posible: sin ropa.

La desnudez en estos casos está bastante alejada del terreno meramente sexual, siendo el espíritu, el alma y la fuerza interna del cuerpo los principales focos en los que se centran las personas que practican este tipo de yoga.

Además, practicar yoga desnudo también mejora la autoestima de cada cual ya que, al fin y al cabo, estás con tus iguales haciendo una actividad que te gusta, lejos de las comparaciones odiosas que la sociedad obliga a estar haciendo continuamente. Los tabúes, las inseguridades y los miedos se quedan en el vestuario.

Otra de las ventajas fundamentales que las personas practicantes de este tipo de yoga destacan es la libertad de movimientos fruto de la ausencia de ropa que, a veces, por muy elástica y especial que sea, puede restringir ciertos movimientos que, de esta manera, quedan liberados.

En España aún son pocos los centros que se han atrevido a ofertar esta tipología de yoga; sin embargo, en Estados Unidos se está extendiendo rápidamente, sobre todo en ciudades donde sus habitantes son más cosmopolitas, como Nueva York o San Francisco.

Estas clases están protegidas de las miradas indiscretas, y se extreman las medidas de seguridad para evitar smartphones, cámaras de fotos o, simplemente, mirones. Si entras en una de ellas es para tocar el cielo haciendo yoga, no para lucrarte la vista.

Por ello, en algunos centros únicamente te dan la dirección una vez has pasado un test previo a través de internet y han aprobado tu imagen. Suponemos, en este punto, que los mirones o los pervertidos tendrán una mirada especial que se pueda cerciorar en una foto, porque si no…

Y, si hablamos que no hay tabúes de ningún tipo, tampoco iba a serlo el hecho de que las clases que se organizan pueden ser para chicos, para chicas, o mixtas.

En definitiva, practicar yoga desnudo es una vuelta a los orígenes de los creadores del yoga ¿Por qué colocarse un chándal cuando ellos no lo usaban? Además, si ahora lo que está de moda es lo retro y el rememorar lo que hacían nuestros ancestros ¿qué mejor, y más saludable, homenaje que este? Anímate y, si encuentras un sitio que lo imparta en España, no lo dejes escapar.