Reconócelo: no puedes vivir sin tu móvil. Lo usas para todo y en todos los sitios: en el sofá, mientras comes, al irte a dormir, en los semáforos en rojo (mal hecho), en el váter y, por supuesto, mientras haces ejercicio en la máquina de correr del gimnasio.

Habitualmente, seguro que te da igual si, mientras estás con esa inclinación traicionera en la cinta, te llaman por teléfono. Lo coges y, aun sin aliento, atiendes la llamada. No puede esperar ¿verdad?

Un estudio realizado por la Kent State University se ha dedicado a investigar qué es lo que pasa realmente cuando estás usando tu teléfono móvil mientras estás en la máquina de correr.

Si lo usas únicamente para escuchar música: es el caso más común. Todos sabemos que pasarte un rato en la cinta de correr es un rollo, aunque estén puestas las televisiones del gimnasio o te piques con el que está al lado a ver quién hace más ruido en la pisada.

En este caso, los investigadores determinaron que escuchar música incrementa la velocidad media a la que haces ejercicio en la cinta, por lo que aumentan tus pulsaciones y te ayuda a entrenar mejor y a disfrutarlo más.

Si estás hablando mientras estás en la cinta: aparte de que seguramente con quien hables al otro lado del teléfono esté un poco cansado/a de escucharte jadear, estos investigadores han determinado en su estudio que aumenta el disfrute de estar en la cinta, se mantienen las pulsaciones estables y, sin embargo, se reduce la velocidad a la que haces ejercicio.

Si lo tuyo es guasapear en la cinta: no habrá pasado desapercibido a tus ojos: cada vez hay más gente como tú que se pasa la media hora de la cinta de correr enganchada al Whatsapp, contando las hazañas del día o los planes para el fin de semana ¿verdad?

Pues, según la investigación de la Kent State University, escribir mientras estás en la cinta de correr es la peor de las opciones, pues disminuyes la velocidad y las pulsaciones, pero mantienes inalterable el nivel de disfrute. Lógico, si pensamos que estamos de cotilleo a la vez que sudamos.

La conclusión a la que llegó este grupo de investigadores tras estudiar a 44 personas en las tres actitudes anteriores fue que, definitivamente, usar el teléfono móvil para hablar o mandar mensajes de texto mientras corres o andas en la cinta mecánica no es positivo, pues siempre disminuye alguno de los parámetros estudiados.

Así que, ya sabes, si quieres que te cunda algo en el gimnasio, deja tu móvil en la taquilla y disfrutar del deporte. Al fin y al cabo, podrás seguir leyendo Correr y Fitness al salir de él.