No se ve en una radiografía ni resonancia y es difícil de diagnosticar si acudimos al médico tras haber puesto el pie o pierna dañados en reposo, sin embargo su diagnóstico precoz es esencial para evitar lesiones irreversibles.

"La sospecha clínica es fundamental pues el deportista acude a consulta en reposo y al no haber cambios crónicos las pruebas, como la electromiografía y otras son negativas. El cuadro clínico que describe el paciente es dolor, presión, parestesias u hormigueos en las zonas afectadas o calambres, generalmente transitorios, pues mejoran, casi inmediatamente, al interrumpir el ejercicio intenso", comenta el Doctor Villanueva Martínez.

Nos duele pero cuando relajamos el músculo desaparece la molestia… el dolor pasajero puede confundirnos, por eso el Doctor Villanueva, traumatólogo y director médico de Avanfi, recomienda tener los cinco sentidos puestos en los síntomas y saber que no siempre el dolor se focalizará en las piernas pues "los grupos musculares afectados están en relación con la actividad física del deportista. Así un motociclista o un deportista de gimnasia o practicante de "cross-fit” tendrá dolores intensos en las manos y antebrazos y un jugador de fútbol o un corredor los tendrá en las piernas", asegura.

Lo reconocemos como un dolor intenso difícil de reconocer, pero ¿qué es realmente el síndrome compartimental crónico y a quién afecta?

"El síndrome compartimental es un cuadro de dolor y falta de riego provocado por un aumento del volumen y de la presión dentro de los estuches o compartimentos en que se agrupan los músculos y estructuras de los brazos y de las piernas. Estos compartimentos están envueltos en un tejido conectivo, no elástico, las llamadas fascias.

Existe un síndrome compartimental agudo y un síndrome compartimental crónico. El segundo es más propio de deportistas. Durante el ejercicio prolongado e intenso el volumen del músculo puede aumentar hasta un 20% comprometiendo la perfusión de tejidos obligando al deportista a parar”, afirma el Doctor.

Además existe un síndrome compartimental agudo por ejercicio que no se presenta hasta 24-48 horas después de un ejercicio intenso y que en caso de gravedad puede llegar a ocasionar necrosis de los tejidos, ¡un diagnóstico eficaz es esencial!

En cualquiera de los casos, los deportistas son carne de cañón, las posibilidades se las rifan casi todas los que hacen deportes en los que más sufren y ejercitan sus miembros inferiores.

"Es más frecuente en motociclistas o escaladores, en el miembro superior; y en corredores y marchadores, en el miembro inferior, pero también afecta a futbolistas y otros deportistas. Este síndrome no deja daños en los tejidos pues el paciente interrumpe por el dolor su actividad física", asevera Villanueva.

Sin embargo hay ocasiones en las que un dolor mitigado no es suficiente, pues si bien no siempre existe gravedad para la persona, la cosa cambia cuando hablamos de un deportista.

"No es grave para la vida del paciente pero impide, si no se trata, su práctica deportiva común, salvo que la modifique o renuncie a ella. Como los deportistas no suelen aceptar esta solución, y muchos son chicos jóvenes que destacan en sus deportes, la solución es la cirugía", asegura el doctor.

Los programas de acondicionamiento y modificación de las pautas deportivas tienen un éxito limitado, por lo que al final la cirugía, abriendo los compartimentos o fascias dañados, son la solución”, concluye el experto.

Pasar por quirófano puede ser la única solución de alargar tu vida deportiva, ¡ponte alerta!, reconocer la lesión te dará años de buenas y largas carreras.