Aunque parezca que todo el mundo hace ejercicio, lo cierto es que en España nos movemos más bien poco. El 73% están muy por debajo del umbral de actividad física que les ayudaría a alejar el riesgo para su salud, según un estudio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Puede que estés entre ese porcentaje de personas sedentarias debido a tu jornada laboral y día a día, que muchas veces impiden sacar tiempo para hacer deporte; o a veces quien te lo impide es tu sofá o cama que te atrapan, y todos sabemos que a un sofá no le puedes decir que no; o quizá eres un gurú de las excusas y cada día inventas una para no ponerte las zapatillas; o simplemente no te apetece hacer ejercicio y punto; o quizá eres de los que da una paseíto de fin de semana o se pasa un día por el gimnasio.

Dependiendo de muchos factores, como la edad, sexo, hábitos de vida o ejercicios físico, debemos seguir una u otra alimentación. Aunque, según la Organización Mundial de la Salud “los principios básicos de una alimentación saludable son los mismos” en los adultos para una ingesta calórica de unas 2000 calorías diarias:

1.- Integrar en nuestras dietas cinco porciones de frutas al día, verduras, frutos secos y cereales integrales (maíz, trigo, avena, mijo, arroz integral no procesados).

2.- Dos hortalizas al día.

3.- Azúcar: limitar su consumo a menos del 10%, unas 12 cucharitas rasas. Aunque se recomienda reducir a menos del 5%. “Son los fabricantes, los cocineros o el propio consumidor quienes añaden a los alimentos la mayor parte de los azúcares libres. El azúcar libre también puede estar presente en el azúcar natural de la miel, los jarabes, y los zumos y concentrados de frutas”, apunta la OMS.

4.- Grasas: limitar el consumo al 30% de la ingesta calórica diaria, prefiriendo el consumo de las grasas no saturadas (aquellas presentes, por ejemplo, en el aceite de pescado, los aguacates, los frutos secos, o el aceite de girasol, canola y oliva), a las grasas saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, el ghee y la manteca de cerdo).

La OMS señala que aquellas grasas industriales o trans que se encuentran en los alimentos procesados, la comida rápida, los aperitivos, los alimentos fritos, las pizzas congeladas, los pasteles, las galletas, las margarinas y las pastas para untar, no forman parte de una dieta sana.

5.- Sal: menos de 5 gramos al día, lo que equivale a una cucharadita de café y se recomienda consumir sal yodada. De hecho, si tuviésemos este consumo recomendado en cuenta se podrían evitar 1,7 millones de muertes cada año.

Riesgo de enfermar por sedentarismo

Además de llevar una alimentación sana, el ejercicio es un pilar básico para evitar enfermedades y otras dolencias. Si en vez de dedicar un paseo semanal, dedicásemos 30 minutos de ejercicio diario los cinco días de la semana, se reduciría el riesgo de sufrir enfermedades. Según el estudio del Ministerio estas son algunas de las conclusiones que han sacado:

1.- Las enfermedades crónicas más comunes (hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes, depresión y ansiedad) se pueden incluso cuadriplicar en la población inactiva de 18 a 74 años, con respecto a la observada en la población que practica actividad física o deporte.

2.- El estudio también ha relacionado el consumo de medicinas con el deporte señalando que el 56% de las personas que no practican apenas actividad física toman medicinas, mientras que los que hacen deporte reducen el consumo hasta un 38%.

3.- Para concluir y hacer énfasis en que hay que llevar una alimentación saludable, pero también practica ejercicio, el estudio apunta que “a la inactividad física se ha atribuido al menos el 10% de enfermedades cardiovasculares, el 7% de diabetes tipo 2, el 10% del cáncer de mama, y cáncer de colon y el 9% de mortalidad prematura”.