A veces no te apetece ir al gimnasio. Se te ha hecho tarde y tu reloj marca esa hora en la que suele llenarse de gente, todas las máquinas acaban estando ocupadas, apenas encuentras pesas libres y es tan difícil entrenar. O puede no quieras gastarte dinero en apuntarte al gimnasio ni en comprar material, pero te apetece ponerte como un toro desde tu propia casa. Sea como sea, toma nota. Así es como puedes conseguir un six-pack envidiable, unos bíceps y pectorales de acero y un culo duro entrenando con muebles y objetos de tu casa.

Fondos entre dos sillas para pectorales

Poniendo dos sillas con los respaldos enfrentados y situados según el ancho de separación de nuestros hombros podremos realizar fondos de pectoral. Para ello, solo tendremos que apoyar nuestras manos en los asientos mientras dejamos caer todo nuestro peso.

Será la base para iniciar nuestro movimiento mediante la flexión de brazos. La clave está en controlar el movimiento al dejar caer todo el peso del cuerpo y volver a levantarlo lentamente, siempre concentrando la fuerza en nuestros brazos y pectorales.

El borde de la cama para trabajar tus tríceps

Sitúate dando la espalda al borde de la cama y apoya sobre estos las manos desde la zona de la palma de la mano más cercana a las muñecas. Con las piernas ligeramente flexionadas, apoyadas sobre los talones y con la espalda recta, extiende y flexiona los codos para ir subiendo y bajando.

Estos deben formar un ángulo de unos noventa grados. Al subir, debes hacer fuerza con los tríceps. No extiendas los brazos por completo al subir y recuerda que los codos deben permanecer lo más cerca posible del cuerpo.

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Remo invertido con la mesa del comedor

Para trabajar el dorsal tampoco tienes que moverte de casa. Si tienes una mesa de cocina o comedor grande y pesada puedes usarla para tu ejercicio. Colócate debajo tumbado y agárrate a los laterales.

Eleva el cuerpo hacia arriba, al mismo tiempo que llevas los codos hacia abajo mediante la activación de la zona escapular y la parte externa de los hombros. Para evitar lesiones de hombros debes mantener los brazos y codos pegados a los laterales.

La alfombra del salón para tu six-pack

Para trabajar los abdominales en casa puedes sustituir la típica esterilla de gimnasio por la alfombra del salón de casa. Si quieres evitar mancharla de sudor, coloca encima una toalla.

Nunca realices los ejercicios directamente sobre el suelo ya que podrías dañar tu espalda. La alfombra sombre la que trabajes deberá ser cómoda, ni muy dura ni muy blanda. Si quieres entrenar aún más duro puedes coger unos libros pesados y llevarlos hacia arriba cada vez que hagas el movimiento abdominal.

Curl de bíceps con botellas de agua

¡Cómo pesa el carrito de la compra cuando coges en el súper esas garrafas de agua de 5 litros! Ahora, no solo te van a venir muy bien para hidratarte, sino también para hacer el curl de bíceps. Puedes realizarlo de forma alterna o simultánea, agarrando dos garrafas (una con casa mano) por el asa que traen y elevándolas como si fuesen mancuernas.

Sentadillas con garrafa de agua para poner el culo duro

Si tienes algún pack de tetrabriks de leche en casa, aprovéchalo, porque puede ser tu mejor aliado para poner el culo duro. Agarra la caja en horizontal cogiendo cada uno de sus extremos con tus manos.

Al mismo tiempo que realizas sentadillas (ya sabes, vas bajando el culo hacia abajo como si fueses a sentarte mientras mantienes la espalda recta), eleva los brazos rectos hacia el frente hasta tenerlos a la altura de tu nariz.

De esta forma trabajarás tus glúteos y la zona abdominal. Acuérdate que debes formar un ángulo de unos 90 grados con tus piernas y que tienes que echar los hombros atrás y el mantener el pecho hacia afuera.

¡Ya tienes tu propio gimnasio montado en casa! A la hora de realizar estos ejercicios, sé prudente y ten cuidado para no hacerte daño. Tu seguridad es lo más importante. Comprueba que los muebles u objetos que vas a utilizar son resistentes ya que de lo contrario estos podrían romperse.