Antes de entrar en materia y poder analizar el top 10 de la clasificación, conviene que sepamos lo que la ACSM define como “tendencia”, siendo ésta definida como el desarrollogeneral o un cambio de situación en el comportamiento de las personas o manera que las personas se están comportando.

Realmente se necesita un cambio importante en el comportamiento, a diferencia de lo que considera una “moda”, que no es más que un cambio que se acoge con muchísimo entusiasmo pero que no perdura en el tiempo.

Los resultados fueron publicados el pasado número de Noviembre/Diciembre del ACSM´s health Fitness Journal® en el artículo Worldwide Survey of Fitness Trends for 2016: 10th Anniversary Edition.

Este año se confirman o se instauran de manera definitiva las tendencias que venían apuntando hacia lo alto de la clasificación los últimos años, como ya os hemos venido contando. De hecho, lo más significativo de los resultados de este año, es que el primer lugar no ha sido desbancado por ninguna tendencia, es decir, se mantiene el mismo top que este año 2016

1.- El uso de las tecnologías y aparatos electrónicos, o conocidos como “weareables” (monitores de actividad, relojes inteligentes, medidores con GPS…). Esto confirma que el auge de la actividad física en general y el ejercicio físico en particular, unido a los avances de las tecnologías han provocado que sean las tecnologías las que ocupen un importante lugar en nuestros hogares y día a día.

De esta manera, no sólo los que practican deporte sino todos los usuarios, pueden cuantificar diferentes parámetros con el fin de ayudarnos a llevar una vida más saludable.

Parámetros como el número de pasos diarios, movimiento, horas de sueño, calidad del sueño, frecuencia cardíaca, entre otros, cuantifican cómo es nuestra vida en los que a actividad física y salud se refiere.

El hecho de que podamos tener un “feedback” inmediato de estos medidores de actividad, no sólo nos hace ser más consciente de cómo estamos haciendo el ejercicio, sino que también nos motivan para alcanzar nuestros pequeños retos diarios.

2.- Bodyweight Training, un entrenamiento que usa un material mínimo, básicamente nuestro propio cuerpo. Esto lo hace realmente asequible y muy versátil para todo tipo de público.

3.- Los entrenamientos interválicos de alta intensidad (HIIT) siguen ocupando las primeras posiciones, y es que en los últimos años se está comprobando su efectividad para la mejora del nivel de fitness.

Al ser sesiones en las que se trabaja a altos niveles de intensidad y estar fraccionados, no se necesita de mucho tiempo para realizar una sesión realmente efectiva.

4.- Entrenamiento de fuerza cobra relevancia para los profesionales de la salud y el ejercicio físico. Sin duda, la capacidad física fundamental a desarrollar en cualquier deporte, además de los beneficios para la salud provenientes de este tipo de entrenamientos por sus beneficios a nivel de mejora de la estructura ósea, prevención de lesiones, para mejorar otras capacidades como la velocidad y la resistencia.

5.- Necesidad de contar con profesionales experimentados en el ámbito del fitness. El auge de organizaciones que ofrecen certificaciones, ha provocado que exista cierta preocupación sobre la validez, exigiéndose aún una mayor formación y certificación, y que sean aprobadas (al menos en USA) por la Comisión Nacional para la Certificación de Agencia (las certificaciones de la NSCA y la ACSM están validadas). Lo mismo está sucediendo en España.

Otras actividades han desaparecido de la lista de las 20 tendencias, como son las actividades para niños frente a la obesidad, los conocidos “Boot Camps”, programas de incentivos para empresas, y algunas actividades colectivas. Ahora prima el entrenamiento más personalizado y con una atención y cuidado por el cliente.

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