¿Cuál es el cuerpo ideal de un hombre? ¿Tiene que estar idealizado? ¿Es el sixpack un deber que todo hombre debe tener consigo mismo? Algunas de estas preguntas puede que no tengan respuesta pero, cada día más, preocupan a los hombres que van al gimnasio.

Así se desprende de un macroestudio realizado a hombres y mujeres durante varios años y en el que se estudiaron las percepciones que cada uno tenían de su cuerpo.

En concreto, se realizaron cinco encuestas por separado a 111.958 hombres heterosexuales, 4.398 hombres homosexuales, así como a 103.376 mujeres heterosexuales y 2.145 mujeres lesbianas para poder comparar las respuestas de unos y de otras y poder llegar a conclusiones fiables.

Cuando en la encuesta se hablaba de satisfacción con el cuerpo, tanto los hombres como las mujeres tenían los mismos niveles de insatisfacción: 21% de los hombres heterosexuales y 29% de los hombres homosexuales estaban insatisfechos, comparado con el 27% de las mujeres heterosexuales y el 30% de las mujeres lesbianas.

Respecto a la pregunta sobre si estaban contentos con su peso, el 39% de los hombres heterosexuales y el 44% de los hombres homosexuales afirmaban que no estaban satisfechos con él. Y, acerca del tono muscular, el 30% de los hombres heterosexuales y el 45% de los hombres homosexuales estaban poco a gusto con él.

En este estudio también se preguntaba por la presión social a la que se somete la imagen del cuerpo y los resultados fueron llamativos: el 61% de los hombres heterosexuales y el 77% de los hombres homosexuales afirmaron que se sentían juzgados por la sociedad y por las imágenes que se desprendían de las revistas y de la televisión acerca de tener siempre un mejor cuerpo.

Con estos datos sobre la mesa se demostraba que, efectivamente, los hombres también se hacían las típicas preguntas de: ¿pareceré gordo? ¿estaré cumpliendo las expectativas que me impone la sociedad? ¿cómo puedo adelgazar o estar más fuerte para tener un cuerpo visualmente más atractivo?

Quién sabe si, en un futuro no muy lejano, veremos en los gimnasios servicios de coaching personal para que esos hombres que no se encuentran satisfechos con su cuerpo a pesar de estar entrenando duro tengan también un soporte psicológico y, además de entrenar el cuerpo, también entrenan la mente de una manera positiva.