Jaquecas, bajo rendimiento...cuidado, una mala almohada durante la noche puede fastidiarnos todo el resto del día. "Los síntomas van desde dolor de espalda, sobre todo dolor cervical o vértigos, jaquecas y migrañas. Hay que tener en cuenta las horas que pasamos en la cama. Si estamos adoptando una postura antinatural será fatal para nuestra salud porque, como ya se sabe, la salud de la espalda repercute en nuestro bienestar general y viceversa", explica Ata Pouramini, Doctor en Quiropráctica y director de Quiropractic Valencia.

Tensión en cuello, cansancio diario... las consecuencias de dormir con una almohada inadecuada puede pasarnos factura en nuestra salud e incluso rendimiento diario, siendo en los deportistas determinante para conseguir resultados óptimos.

Los problemas de espalda que pueden producir ocho horas de apoyo sobre una mala almohada, explica Pouramini, dificultan la coordinación general y pueden llegar a inmovilizar si hay una contractura muscular aguda.

Prevenir implica tener clara la postura que adoptamos en la cama y probar, al igual que hacemos con los colchones.

El consejo del experto pasa porque valoremos la altura y el grosor de la almohada correctos. que debe "cumplir su función de recoger tus cervicales de una manera anatómicamente correcta. Si duermes boca arriba la almohada debe ser fina, si duermes de lado, lo más importante es el volumen del relleno, para sujetarte, como decía antes, la zona cervical. Si duermes boca abajo, mi recomendación es que quites la almohada de la cabeza y la pongas bajo tu tórax y abdomen para evitar el dolor de espalda".

¿Existe entonces una almohada ideal? No exactamente, pues la anatomía y necesidades de cada uno marcarán la idoneidad de cada almohadón, sin embargo el quiropráctico entiende que sí hay factores por los que podemos guiarnos para ir sobre seguro:

1.- La almohada ideal es la que está en un término medio en cuanto a dureza, en primer lugar. No debe ser ni muy blanda, ni muy dura y, por otro lado, debe tener el volumen suficiente para que podamos reposar sin problema todo el espacio de nuestras cervicales, desde el hombro hasta la oreja.

2.- En cuanto a los materiales, recomiendo las que están hechas de la manera más natural posible puesto que hay que tener en cuenta que no sólo nos influye en el sistema músculo esquelético, sino también en las vías respiratorias. Si su tratamiento ha sido realizado a base de muchos productos químicos, los vamos a inhalar, sobre todo en los primeros meses.

3.- Los tejidos, cuanto más naturales mejor. El algodón, mejor natural que sintético para funda y el relleno. Y para esto último, preguntad si tienen pelo de caballo o plumón de ave.

4.- Lo esencial es encontrar un buen apoyo, que el cuello no sufra y al despertar tengamos sensación de descanso real. En caso contrario, lo prudente es hacer un cambio hasta encontrar aquella compañera de sueño en la que confiar nuestra salud cada noche.