El estudio británico se realizó con una muestra de 1.023 adultos de 45 a 75 años, que formaban parte del programa PACE-UP, para controlar cómo influye un contador de pasos en la frecuencia de la actividad física. Los participantes fueron divididos en tres grupos de forma aleatoria: quienes recibieron información detallada sobre el uso del podómetro por parte de una enfermera, quienes solo recibieron el manual de uso por correo electrónico y quienes no recibieron información alguna.

Lo sorprendente de la investigación es que cuatro años después, los voluntarios que habían recibido un podómetro e información personalizada caminaban hasta 600 pasos más diarios que al comienzo del estudio y aumentaron en casi 24 minutos semanales la actividad física que practicaban.

Beneficios de los ‘gadgets’

Los científicos británicos fueron un paso más allá y volvieron a analizar a 298 adultos -de 60 a 75 años- con el mismo método: a un grupo se le facilitó un podómetro e información sobre cómo usarlo, y al otro grupo no se le explicó nada. De nuevo, cuatro años después, los veteranos que habían charlado con la enfermera sobre el uso del contador de pasos llegaban a caminar 400 pasos más diarios y practicaban 33 minutos más de ejercicio a la semana.

“Sabíamos, por un estudio previo, que usar un podómetro puede ayudar a ser más activo a corto plazo. Pero para obtener beneficios a largo plazo en la salud -como reducción de enfermedades y accidentes cardiovasculares o diabetes tipo 2-, es necesario que se mantenga la actividad en el tiempo”, explica Christina Victor, co-autora del estudio. “Aquí encontramos la evidencia de que unos simples y breves consejos sobre el uso del podómetro pueden aumentar la actividad física hasta tres o cuatro años después”.

Pero no solo nos puede ayudar a mejorar la salud este pequeño gadget. Un reproductor de música, o el mismo smartphone que usemos con la app para contar pasos puede multiplicar sus beneficios si está conectado a los auriculares bien de power.

Precisamente otro estudio reciente, publicado en la revista Psychology of Sport and Exercise, acaba de demostrar lo que todos sospechábamos: las series en el gym son infinitamente más llevaderas si escuchamos nuestra música favorita.

La muestra de esta investigación es irrisoria -24 voluntarios-, pero comprobó mediante un electroencefalograma cómo afecta neuronalmente al cerebro el silencio, un podcast o una canción buenrollista. Y, como era de esperar, los mecanismos cerebrales se reactivaron en los voluntarios que practicaban deporte con música. No solo estaban más motivados, sino que daban menores muestras de cansancio y fatiga y permanecieron más concentrados durante la canción. En resumen: si quieres que el ejercicio que practicas sea más eficaz a corto y medio plazo… descarga las mejores app para escuchar música y contar pasos.