¿Duermes pensando en lo que va a registrar tu aplicación instalada en el móvil que dejas debajo de la almohada? ¿O vas pensando por la calle en no subir demasiado tus pulsaciones para mantener tu corazón a un ritmo constante? Si eres de estas personas, posiblemente tengas instalada en tu dispositivo móvil una aplicación que no cumple con los estándares europeos de seguridad en materia de protección de datos.

Según una investigación llevada a cabo por el departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili (URV), e investigadores de la Universidad del Pireo (Grecia) , las 20 apps de salud más populares según Google Play dejan muchas dudas sobre la seguridad de los datos de los usuarios que almacenan.

Por ejemplo, un 80% de ellas no almacena los datos recogidos en el propio teléfono, sino que los envía a servidores externos de la compañía que ha desarrollado esa aplicación, por lo que ya sea a través del hackeo del servidor de los datos o a través de la interceptación de los datos en el tránsito entre tu dispositivo y sus servidores es bastante vulnerable.

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Pero aún hay más. Durante la investigación también vieron que un 50% de esas apps compartían datos con terceras empresas, ya fueran fotografías (de rayos X, por ejemplo), números de tus biorritmos o las horas a las que te acostabas y te despertabas. ¿Con qué fin? Te puedes imaginar que el objetivo final sería venderles esos datos para optimizar procesos publicitarios y, en el caso de Estados Unidos, también podrían servir a las voraces compañías aseguradoras para saber los hábitos de vida de sus futuros clientes y analizar si les convienen o no.

Y no solo eso. La última vulnerabilidad que han encontrado en estas aplicaciones de salud es que más de la mitad transmitían los datos a sus servidores sin que estuviera cifrada y a través de un enlace estándar http, lo que significa que cualquier ciberdelincuente que se hiciera con esos enlaces podría tener fácil acceso a los datos de cada uno.

Así pues, la próxima vez que te vas a instalar una aplicación para medir tus datos de salud en el móvil piénsatelo dos veces y, sobre todo, comparte hasta donde quieras compartir de tu vida privada, teniendo en cuenta que, eventualmente, esos datos pueden escapar de tu control para siempre.