A pesar de que el prototipo de zapatillas de running del futuro es todavía un concepto, ya tiene nombre: Amoeba. Y es que la diseñadora e investigadora de nuevos materiales Shamees Aden tuvo que poner uno a su proyecto de fin de curso ‘MA Textile Futures’ en el prestigioso centro Central Saint Martins, el cual fue premiado como “el mejor” de 2012 por la Blueprint Magazine. La idea desarrollada: que en el futuro se desarrollarán nuevos materiales a partir de protocélulas. ¿Qué? ¿Cómo se os queda el cuerpo? ¿Y los pies?

Son las protocélulas un desarrollo de la biotecnología. De forma divulgativa, vendrían a ser unas células que permiten conectar materiales sin vida con organismos vivos, hacer que se comuniquen de alguna forma entre ellos, según explica la autora de Amoeba en su web , y hacia eso se centran las investigaciones que está prolongando junto a Martin Hanczyc, de la University of Southern Denmark, para en el año 2050 se tenga ese prototipo de zapatilla inteligente generado con una impresora 3D.

Recreación de cómo serían estas

¿Y qué tendrán de inteligente ese calzado para correr? Primero, se adaptarán realmente a cada pie en cada paso, y el material, vivo, irá a parar por sí solo a las zonas de mayor contacto con el terreno, “inflándose y desinflándose”.

Segundo, serán de un material ligero que dará libertad al pie. Y tercero, se repararán de forma autónoma cuando se las deje descansar después de cada entrenamiento dentro de un recipiente con líquido especial. O espacial.

¿El minimalismo va a llegar?

Como alguno o alguna ya habréis adivinado a raíz de los párrafos anteriores o después de observar las recreaciones fotográficas, el prototipo no se parecerá en nada a vuestras zapatillas híperacolchadas, de altas suelas y potentes drop, que harían las delicias de una drag queen.

Prototipo de esta nueva

Seguro que si tuvierais que describirlas os saldrían palabras como calcetines, minimalismo o barefoot. Correcto. La investigadora apoyó sus conocimientos de nuevos materiales y biotecnología en los conceptos del barefoot o correr descalzo.

Es decir, que los materiales de estas zapatillas, si bien protegerán de la posible abrasión del contacto con el terreno, no impedirán que los pies se fortalezcan en vez de que se atrofien al inmovilizarlos y permitirán a cada corredor que se adapten a las necesidades de sus movimientos, pues los pies podrán enviar las señales correctas a su cerebro para ejercitar un movimiento óptimo.