“Voy a contaros una historia sobre mí. Os la cuento porque hoy abrí los ojos. Me siento tan aliviada que ni me da vergüenza compartirla. Hace varios años empecé a obsesionarme con los entrenamientos y la musculación. Espalda. Hombro. Trapecio. Abro hilo”.

Con estas palabras, la actriz y cantante Beatriz Rico abría un debate a tumba abierta sobre la obsesión por la musculación y los suplementos, que le han pasado factura en la salud. Un hilo valiente que no pretendía sentar cátedra sino compartir su experiencia y alertar a otros deportistas sobre los peligros de la creatina. Se obsesionó, se infló a suplementos, engordó y trató de bajar los kilos extra a base de dieta salvaje. Se había convertido en “Geyperman”, como ella misma describe. Y esa no era la idea.

¿Qué sucedió con este chute de suplementos? La propia actriz señala que su consumo equivalía al de un hombre de 200 kilos: “No es ignorancia; lo malo es que era consciente de que triplicaba la dosis y seguía haciéndolo. El exceso suele ser un desastre siempre”.

El entrenamiento intensivo que seguía Beatriz Rico repite el mismo patrón que otros muchos deportistas no profesionales, que sin un correcto asesoramiento pueden caer en el exceso.

En este artículo, el doctor Alberto Sacristán, director médico de SportSalud, advertía que no se debe tomar suplementos “porque el amigo con el que corre los domingos diga “tómate esto, que a mí me va bien”. Glutamina, creatina o colágeno se pueden tomar, sí, pero con matices. Aquí es donde empieza el cambio de la actriz, que ha decidido dejar la química.

Los “expertos” de Twitter incendian las redes

Como no podía ser de otra forma, a raíz de este hilo han salido a escena los “expertos tuiteros” a favor de la suplementación deportiva. Mensajes privados y loas a la creatina han hecho que Rico volviera a reflexionar sobre las críticas que ha recibido. La actriz ha señalado que su experiencia habla del abuso y no del consumo pautado. Por si el nivel de compresión lectora de los haters no llegaba a esta conclusión.

En realidad, su sensación de “inflado” por creatina tiene base científica. Existen estudios que relacionan los niveles elevados de esta sustancia con el riesgo cardiometabólico y aumento de peso. Faltan estudios que analicen a largo plazo estos efectos y la ciencia no se pone de acuerdo sobre su eficacia en ejercicios de resistencia frente a su comprobados resultados en ejercicios de fuerza.

¿Existen alternativas? Teniendo en cuenta que las proteínas, hidratos, vitaminas, minerales y grasas saludables aparecen de forma natural en los alimentos, quizá podríamos considerar una dieta que hiciera innecesaria la suplementación para entrenamientos no intensivos. Existen libros específicos donde se desmitifica la química a favor de la nutrición saludable y pueden ser un punto de partida para la actriz y para cualquier deportista que se plantee prescindir de polvos y pastillas.