Las causas más comunes que pueden provocar este hinchazón de vientre son: estreñimiento, acumulación de gases, distensión de vientre después de ingerir alimentos o retención de líquidos en el estómago para algún problema renal.

No obstante, aunque las causas dependen plenamente de cada individuo, los expertos nutricionistas sí que han detectado algunos patrones que podrían estar ocasionando estos hinchazones a, aproximadamente, un 20% de la población sana.

1.- Haz comidas más pequeñas

Muchas de las personas que sufren este hinchazón de vientre lo padecen después de haberse dado un atracón a comer. Y es normal: cuanto más ingieres, más lleno tienes el estómago pero, reconozcámoslo: no es nada agradable. Menos aún si ese atracón te lo has dado por la noche. Te espera una “noche toledana” con el estómago así.

Soluciones: en primer lugar, reduce la ingesta de alimentos para no provocar en tu cuerpo esos efectos y, si ya lo has hecho y no hay más remedio, un vaso de agua con bicarbonato es mano de santo. Eso sí, date un paseo por la calle después y expulsa los gases de la batalla química que se librará en tu estómago.

2.- Reduce el consumo de sal

Está demostrado que la sal ayuda a retener líquidos. En todas las dietas que los médicos recetan a los hipertensos se incluye la reducción de la ingesta de sal en las comidas para, precisamente, favorecer el funcionamiento renal y mantener la tensión arterial a raya.

En el caso del hinchazón de estómago se produce un efecto similar, y es que la sal está en el punto de mira de las principales sociedades médicas.

3.- Come más despacio

Sí, no hay prisa por ingerir los alimentos. Piensa que el estómago no tiene dientes,  y ahí es donde se tiene que producir todo el procesado de los alimentos, así que cuanto más triturados lleguen a él, mucho mejor.

Si eres de las personas que comes rápido, bien por las prisas o bien ya por costumbre, estás provocando que el estómago tenga que trabajar más y, por tanto, las digestiones pueden ser más tediosas que si comieras despacio. Esto puede provocar esa sensación de hinchazón tan molesta.

Además, al comer rápido puede que estés aspirando aire de manera inconsciente, lo que se llama aerofagia, y que es una de las principales causas de que después tengas gases.

4.- Elimina determinados alimentos

No vamos a negarlo aquí. Hay alimentos que producen más gases que otros. Por ejemplo, las legumbres son el claro exponente de producción masiva de gases y de hinchazón de estómago. Garbanzos, judías blancas, judías pintas, lentejas, alubias o habas son solo algunas de las que lo provocan.

También determinadas verduras como la remolacha, la coliflor, la lombarda o el repollo son causantes de gran cantidad de gases. Por eso la digestión de los garbanzos con repollo del cocido madrileño es tan dura.

5.- Ojo con las bebidas gaseosas

Su nombre lo dice: “bebidas gaseosas”, así que, a más bebida gaseosa que bebas, más gases tendrás y más sensación de hinchazón en el estómago. Por eso, lo mejor es que pruebes una temporada a quitártelas de tu dieta, y verás rápido la diferencia. Además, te harás un favor y te quitarás numerosos azúcares, lo que te ayudará a perder peso.