Sabemos que cuando te sientas a la mesa te entra un sopor que pasarías completamente de comer eso que tienes frente a ti. Por muy fit que sean esos alimentos, lo cierto es que gracia tienen muy poquita. ¡Qué sosez! ¡Ya quisieran tener el desparpajo de la pizza!

Si no fuese por sus dotes para hacer que tengas cuerpazo, pasarías de ellos. Como hay que comerlos, te vamos a contar cómo puedes hacer más apetecibles los alimentos fit más aburridos. No esperes que el atún y compañía empiecen a contarte chistes como si fuese monologuistas de 'El club de la comedia', pero al menos tendrán un poco de salero.

Brócoli, tenemos que hablar

Si no puedes con el brócoli... ¡hazlo puré! Será tu venganza personal contra esta verdura que miras de reojo en el supermercado pero que, al final, acabas llevándote a casa. Los de tu gimnasio siempre hablan de él y en Instagram no hay cuenta de influencer musculoso en la que no asome su rizado flequillo verde.

Y es que comer brócoli regula el nivel de estrógenos en el cuerpo, haciendo que aumente la testosterona, fomentando el crecimiento muscular y acabando con la grasa. No se hable más... ¡manos a la obra! Hierve el brócoli, escúrrelo y prepara una deliciosa crema añadiendo caldo de verdura, una cebolla, una zanahoria, dos dientes de ajo, sal y un chorrito de aceite de oliva. Pon un poco de pimienta para darle un toque picante, bate todo hasta que la mezcla quede fina y ¡buen provecho!

Avena, mejor en buena compañía

Es normal que la gran variedad de cereales de desayuno azucarados y/o chocolateados sean los que de verdad llamen tu atención cuando vas en busca de la insípida avena. Las coloridas mascotas te ponen ojitos desde los enormes envases haciéndote olvidar cómo engordan esos productos. No les hagas ni caso.

Coge la avena y juega con ella en tu próximo desayuno. Espera, no te pongas a lanzarla por toda la cocina, no nos referimos a eso. Se trata de mezclarla con alimentos que la hagan atractiva. Si la tomas con leche, échale un poco de edulcorante o cacao light desgrasado y sin azúcar. También puedes tomarla con yogur, miel y dos o tres nueces. ¡Te encantará! Es rica en proteínas y en hidratos de carbono de absorción lenta, así que no te va a faltar energía en toda la mañana.

Pescado, qué bien te sienta el horno

Olvídate de la merluza hervida o a la plancha. El horno va ser tu mejor aliado a la hora de cocinar el pescado. No solo evitarás que cada rincón de tu casa quede impregnado con su olor, sino que harás que tus platos sean mucho más sabrosos sin recurrir a las grasas.

Utiliza limón, especias, aceite, ajo, perejil, cebolla y todo tipo de verduras para cocinar tu pescado al horno y que este quede dorado, jugoso y sabroso. Bacalao, emperador, merluza, dorada, atún... Hay muchos tipos para elegir. Verás cómo a partir de hora esta fuente de proteínas será uno de tus menús favoritos.

Claras de huevo, no os reconozco

Cuando te levantas y piensas en esa tortilla de claras de huevo que te tienes que zampar para que tus músculos crezcan, te entra de todo menos ganas de comértela. Si en tu desayuno puedes añadir hidratos de carbono, no lo dudes: haz unas ricas tortitas de avena.

Mezcla los ingredientes, añade cacao sin azúcar en polvo y bate bien. Después, vierte la masa en una sartén caliente con unas gotitas de aceite y ve haciendo las tortitas. Si en tu comida mañanera no hay lugar para los carbohidratos, opta por hacerte una clasica tortilla con las claras, pero añádele pimienta y queso bajo en grasa. Verás como te resulta mucho más apetecible y sabrosa.

Aguacate, hoy estás padrísimo

¿Por qué le tienes tanta manía si el guacamole te vuelve loco? El aguacate suele ser una de las estrellas invitadas en muchas dietas debido a sus grasas saludables. Estas ayudan a adelgazar y contribuyen al desarrollo muscular. No es de extrañar que el aguacate sea casi un influencer de Instagram en sí mismo, aunque tú nunca le des like. Tomate, cilantro, cebolla, sal y limón es lo que necesitarás añadir para preparar un delicioso guacamole. Podrás usarlo para dar vida a tus platos o incluso extenderlo en una deliciosa tostada. ¡Así, sí!