Pero ojo, no todas las galletas valen, lógicamente. Y es que este alimento puede estar lleno de propiedades que te ayudarán a no desfallecer durante tu entrenamiento sin hacerte acumular grasa.

Las galletas pueden ser ricas en proteínas

Si vas a comer algo antes de tu entrenamiento (unas tres horas antes es lo más recomendable), debes ingerir entre 7 y 15 gramos de proteínas. Si te es imposible, y sólo puedes comer algo justo antes de pisar el gimnasio, entonces intenta que tenga menor cantidad.

Para este caso, te recomiendo tomar unas galletas de chocolate blanco y arándanos, que se hacen con harina de avena, vainilla, mantequilla de cacahuete, y leche de almendras.

Es decir, lo que llevarían unas galletas “normales” pero sustituyendo lo que engorda por otros ingredientes más saludables y ricos en proteínas.

Además son una fuente muy buena de energía (hidratos de carbono)

Si hoy te toca hacer un entrenamiento de una hora o menos, toma entre 15 y 30 gramos de hidratos de carbono de una a dos horas antes de empezar. Elige galletas que tengan plátano, avena, e incluso batata.

Además tienen vitaminas y minerales que te aportan la cantidad diaria recomendad de estos micronutrientes. Estos ingredientes te van a dar toda la energía necesaria para completar el entrenamiento siempre que no sea de larga duración.

No descartes las galletas saladas

Cambiar las típicas galletas dulces por unas saladas hará que tu aporte de sodio se equipare al de una bebida energética. El sodio es el mineral que antes se pierde por la sudoración, y principal responsable de la deshidratación.

Es cierto que no te va a dar energía, pero te ayudará a mantener equilibrado tus niveles de líquido, sobre todo si eres de los que suda sólo con ponerse las zapatillas.

Que no tengan fibra

Tomar un snack con menos de 3 gramos de fibra, unas tres horas antes del entrenamiento es una buena manera de comenzar. Si, por el contrario, te pasas con la cantidad de fibra, seguramente te sientas incómodo durante la sesión, ya que este componente tarda más en digerirse.

Por eso, elige las galletas y deja de lado los snacks con legumbres (tortas de garbanzos, por ejemplo), y verduras, que además es probable que te den gases.

Las galletas también pueden ser bajas en grasa

Si tu sesión de entrenamiento va a ser de baja intensidad, seguramente seas capaz de tolerar algo de grasa. Pero si vas a darle caña de verdad (con un HIIT, o un fartlek), debes reducir al máximo este macronutriente.

El problema es que, como con la fibra, el cuerpo se esfuerza más por digerir las grasas, y a nadie nos gusta tener la sensación de estómago lleno durante un HIIT.