Vamos a ver algunos consejos que puedes incluir en tu día a día, para ayudar a que tu abdomen se vuelva plano y firme, al más puro estilo de las celebrities.

Aprende a relajarte

Hay cuatro veces más receptores de cortisol (pequeños imanes de la hormona del estrés) en la barriga, en comparación con la grasa subcutánea (justo la que se encuentra debajo de la piel.

Esto quiere decir que si eres de los que se estresan con facilidad, la grasa tenderá a acumularse en tu barriga antes que en cualquier otro sitio. El estrés no tiene nada bueno, así que intenta ser feliz, mantenerte calmado, hacer ejercicio, meditar, y pasar tiempo con aquellos que te saquen una sonrisa.

Controla los macronutrientes

Descomponer los macronutrientes (hidratos, grasas, y proteínas), puede ayudar a manejar el hambre, la saciedad, y la grasa de la barriga.

Por ejemplo, si tu metabolismo basal (las calorías que quemas para mantener vivo tu organismo), más el ejercicio que hagas, suman 1.800 calorías al día, deberías consumir 900 calorías de hidratos saludables como verduras, judías y frutas; 540 calorías de proteína que provengan de nueces y carnes magras; y 360 calorías de las grasas que encontramos en el aceite de oliva y el salmón. Esto quiere decir, que el reparto más idóneo de los macronutrientes, debería ser en proporción 50/30/20.

Crea músculo

Un estudio llevado a cabo sobre más de 10.000 personas para la revista Obesity, descubrió que aquello que añadían 25 minutos de entrenamiento de fuerza a sus rutinas durante un periodo de 12 años, ganaron menos centímetros en sus cinturas, que aquellos que en lugar de trabajar el músculo, hacían cardio.

Céntrate en la fibra

Otro estudio para la misma revista confirmó que por cada 10 gramos añadidos al día, de fibra soluble (la que hace la digestión más lenta y te hace sentir más lleno), se conseguía un 4% menos de acumulación de grasa en la barriga, durante los siguientes 4 años. Puedes añadir esos 10 gramos extra con medio aguacate, una taza pequeña de judías pintas, o un tazón de avena.

Averigua cuándo tienes hambre de verdad

En una escala de hambre, donde 1 es muerto de hambre, y 10 es tan lleno que casi no me puedo mover, deja de comer cuando hayas llegado al 7 si no quieres ganar peso. Ese punto es aproximadamente en el que tu cuerpo ha cogido todo lo necesario, y no tendrás hambre de nuevo hasta pasadas 3 o 4 horas. Tomar entre 400 y 500 calorías en cada comida te mantiene saciado, y previene de comer más de la cuenta en la siguiente comida.

Duerme

Dormir entre 6 y 8 horas de sueño puede ayudar a evitar que acumules grasa justo en la zona abdominal, según argumenta un estudio de la revista Sleep. Aquellos que durmieron 5 horas o menos, tenían más grasa acumulada en la zona de la barriga, y un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.

Y como los extremos nunca son buenos, si te pasas durmiendo, tampoco estarás favoreciendo eliminar ese exceso de grasa de la cintura. Tanto si duermes poco, como si eres de los que la cama es su segundo hogar, esto puede afectar tu sensación de hambre, y de otras hormonas, que pueden desequilibrar tu metabolismo.