El problema es que poca gente sabe qué pasa cuándo dejas de consumir gluten; si es sólo bueno para gente intolerante (al gluten, claro), o si tiene también beneficios para gente sana. Veamos las principales confusiones que se suelen tener acerca de esta proteína del trigo.

Todo el mundo debe evitar el gluten

Bien, la realidad es que cada uno debe saber escuchar a su cuerpo. Hay dos tipos de personas que deben cortar completamente con esta proteína. Por un lado los celiacos, ya que el consumo de esta sustancia evita que los nutrientes se absorban correctamente, lo que puede desembocar en fatiga y dolores.

Y por el otro, aquellas personas que dan negativo en el test de celiaquía, pero que no se encuentran bien al tomar esta proteína. Es probable que esta gente padezca sensibilidad al gluten, que también provoca, además de fatiga, sensación de hinchazón.

En resumen, no pasa nada por dejar el gluten. Si sueles sentirte lleno después de cada comida, o te cuesta llegar al final del día con energía suficiente, prueba a dejar durante un tiempo el gluten a ver si notas mejoras.

Deja el gluten y tu cuerpo estará falto de nutrientes básicos

La verdad es que nuestro organismo no necesita el gluten. El gluten, como dije antes, es una proteína, y como tal, se puede conseguir de otras fuentes. Es más, una dieta bien llevada sin gluten puede ser una buena estrategia para perder peso puesto que por normal general se basa en evitar los alimentos procesados y comer alimentos frescos.

Con esta alimentación adelgazas seguro

Error. Hay que gente que adelgaza y otra gente que gana peso. El problema es que cuando eliminas algo de tu alimentación, siempre hay un riesgo de reemplazarlo por otra cosa que interfiere en tu pérdida de peso.

Es muy fácil hincharse a comer galletas o patatas fritas sin gluten pensando que no pasa porque como no tienen gluten, no engordan. Ahí está el error, aunque contengan esa proteína, las calorías siguen contando igual.

Tendrás que despedirte de los hidratos

No te confundas, no estamos hablando de una dieta de cero hidratos. Las patatas, judías, guisantes, lentejas, y legumbres en general son alimentos perfectamente viables para la gente celiaca. Además puedes cocinar con harina de garbanzo, o utilizar la pasta hecha con maíz y no con trigo. Además estarás ingiriendo una buena cantidad de fibra y proteínas, a la vez que antioxidantes, vitaminas y minerales.

Adiós a los tazones de cereales

Buenas noticias, todavía puedes consumir quinoa, arroz integral o blanco, trigo sarraceno, maíz, amaranto, o mijo. Sustituir los granos refinados por estas opciones elevará tu ingesta de fibra y mejorará tu salud en general.

Y es que consumir el grano entero está relacionado un 15% menos de mortalidad, sobre todo por problemas de corazón. Puedes hacerte un tabulé con quinoa o mijo en lugar de utilizar el tradicional bulgur.