Aunque no es bueno generalizar, la realidad deja en evidencia a los seres humanos. Somos un poco vagos. Para qué engañarnos. Nos encanta la comodidad. Y despegar el culo del sofá es todo un reto. No estoy descubriendo nada nuevo. De hecho, hace más de medio siglo, un médico japonés llamado Yoshiro Hatano llevó a cabo un estudio y la conclusión a la que llegó fue que la gente apenas caminaba 5.000 pasos diarios.

Alarmado ante el creciente problema de obesidad a nivel mundial, el galeno nipón calculó que para estar en forma y gozar de una buena salud, una persona debía andar aproximadamente 10.000 pasos al día. Es decir, justamente el doble. En total, unos siete u ocho kilómetros.

Una recomendación que incluso la Organización Mundial de la Salud adoptó como propia por ser uno de los mejores remedios para prevenir enfermedades cardiovasculares. Poniendo esto en práctica se pueden quemar alrededor del 25% de las calorías que un individuo ingiere diariamente. Ideal si lo que deseas es perder peso, no volver a cogerlo y estar más saludable.

Pero por desgracia los tiempos cambian y lo que era recomendable allá por el año 1965 parece que hoy día ya no lo es tanto, según recoge un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y publicado el pasado mes de marzo en ‘The International Journal of Obesity’, que constata que esos 10.000 pasos de antaño ya no son suficientes para contar con una salud de hierro ¡En 2017 hay que caminar 15.000 pasos!

Para establecer este nuevo baremo han contribuido desinteresadamente carteros y repartidores escoceses cuyo trabajo consiste en patear las calles de la ciudad de Glasgow durante más de tres horas diarias recorriendo una media de 11 kilómetros y dando algo más de 15.000 pasos con el fin de hacer llegar a la gente su correspondencia y los panfletos publicitarios.

Los datos arrojados por la investigación detallan que dicha profesión es una de las más saludables de cuantas se podrían ejercer en la actualidad. Estos ‘delivery men’ cuentan con unos índices de masa corporal óptimos, además de tener unos niveles de colesterol y glucosa envidiables.

En el polo opuesto de este estudio, se hallan aquellos compañeros que permanecen la totalidad de su jornada laboral apoltronados en una silla de la oficina realizando sus menesteres. Ese sedentarismo se traduce en un mayor riesgo y predisposición a la hora de padecer diferentes enfermedades como: hipertensión, diabetes y cardiopatías.

En cualquier caso, si eres un flojeras y no te crees capaz de andar no ya 15.000 pasos al día, ni tan si quiera 10.000, te proponemos una alternativa mucho más fácil: caminar 3.000 pasos, eso sí a ritmo ligero, para que pierdas esos kilos de más que has ganado estos meses de verano y bajes esa barriga cervecera que tanto te avergüenza.