¿Estás cansado de participar en carreras populares sin otro aliciente que finalizar la prueba, batir tu marca personal o, en el mejor de los casos, seguir el ritmo anodino del tío bueno o la estupenda de turno? Aquí tienes unas cuantas carreras divertidas y con unas reglas inverosímiles para que puedas combatir el aburrimiento mientras vas sumando kilómetros en tus piernas.

Compite contra un coche en la Wings for Life World Run

Una carrera en la que no existe una línea de meta. Se celebra de manera simultánea en 34 países y en ella los runners son perseguidos por un coche llamado Catcher Car que va eliminando a los participantes a medida que los alcanza.

El vehículo se pone en marcha 30 minutos más tarde que los corredores y comienza a perseguirle a una velocidad constante de 15 kilómetros por hora. Cada vez que transcurren 60 minutos, el coche incrementa un poco su velocidad.

Además de divertida, la carrera tiene fines benéficos, ya que la totalidad de lo recaudado se destina a la investigación de las lesiones de médula espinal.

Humano, tu rival en esta carrera es: ¡un caballo!

Has leído bien. Esta singular carrera surgió en el año 1980 fruto de una apuesta y, supongo que unas cuantas pintas de por medio, en un pub de Gales. El ganador de las primeras 24 ediciones fue el equino, hasta que un tipo llamado Huw Lobb logró la victoria para los seres humanos en el año 2004.

Desde esa fecha, solamente una persona ha vuelto a ganar en el terreno campestre de Llanwrtyd Wells sobre una distancia de 35 kilómetros. Imaginamos que la organización será beligerante y dará un poco de ventaja al pobre ser humano.

Empuja un carrito de la compra por la ciudad y tómate unos tragos

Una peculiar carrera que discurre por las calles de Boston y en la que equipos de entre 4 a 6 personas deben empujar un carrito de la compra engalanado para la ocasión, a modo de carroza estilo carnaval, pasando lo más rápido posible por los cinco check points o puntos de control establecidos en el circuito cuya longitud es de 5 kilómetros.

La gracia de esta loca carrera es que tiene una parte de concurso de disfraces y otra de 'pub crawl', un tour por los bares de la ciudad.

Completa la altura del monte Everest subiendo y bajando escalones

¿Te gustaría subir al Everest pero no tienes el dinero suficiente para costearte la expedición o te da pereza ir hasta la cordillera del Himalaya? Así han debido pensar en Sajonia (Alemania) donde se han inventado una carrera de 397 escalones en la que los participantes deben subir y bajar una y otra vez hasta completar los 8.848 metros de la montaña más alta del planeta. El tiempo límite para hollar esta particular cima que consta de 79.400 escalones son 24 horas.

Tu próximo rival: Un tren a vapor

En esta carrera, celebrada en la ciudad australiana de Melbourne, los runners deben mantener un ritmo constante de 4 minutos y 15 segundos por kilómetros para vencer al tren de vapor Puffing Billy que viaja a 14 kilómetros por hora.

El recorrido de 13,2 kilómetros incluye muchos giros y es bastante serpenteado, además de incluir unos cuantos pasos a nivel. Por ello, es muy frecuente que el ritmo de los corredores se corte y veas pasar el tren delante de tus narices, resultando muy difícil recuperar el tiempo perdido.

La versión moderna de la sillita de la reina

Esta carrera que se celebra en Hong Kong es la versión moderna del juego la sillita de la reina. En ella un equipo formado por ocho corredores son los encargados de transportar corriendo la silla engalanada para la ocasión en la que va la sentada una persona, generalmente la de menor peso, hasta la línea de meta ubicada a dos kilómetros de distancia.

La carrera se celebró por vez primera en el año 1975 con la participación de tan solo 4 personas. Cuatro décadas más tarde son casi unos 50 equipos los participantes en esta competición cuya finalidad es recaudar dinero para fines benéficos.

Una carrera de obstáculos naturales impredecible

Algo deben tener los galeses porque esta es la segunda carrera que incluimos en este artículo. Saltar, nadar y luchar contra diferentes obstáculos naturales y artificiales incrustados en el paisaje son solamente algunos de los desafíos que te esperan en esta prueba de 32 kilómetros de distancia que comienza a nivel de mar para después llegar hasta la cima Snowdon, la montaña más alta de Gales, con una altura de 1.085 metros, y por si fuera poco volver a descender. Una carrera de obstáculos salvaje, con un clima impredecible y llena de sorpresas para los participantes.