“Hay que tener en cuenta que al correr se multiplica por más de tres el peso de la pierna con cada impacto de esta en el suelo, y por otro, a nivel cutáneo, por culpa del citado impacto, llega la flacidez cutánea, el rostro se arruga, se vacía, y puede llenarse de manchas debido a la radiación ultravioleta, si se corre al aire libre, por eso el corredor suele tener esa cara tan delgada y marcada”, explica la doctora Concha Albert del Instituto Tapia.

Probado está que hacer running es muy saludable, sin embargo la especialista recuerda las consecuencias de llevar más allá de dos o tres veces por semana este hobbie. Sufren las articulaciones y la piel abandona el bueno tono pues “todo deporte al aire libre, puede provocar el envejecimiento cutáneo prematuro por los efectos directos del sol, el aire y la polución y a ello debemos sumarle la pérdida de minerales por el sudor, que son imprescindibles para la regeneración cutánea y la sobrecarga de radicales libres que dañan distintos tejidos del cuerpo”, asegura Albert.

La intensidad de la carrera y el número de kilómetros marcarán La respiración del corredor, que al ser más intensa acelera la oxidación y con ello las consecuencias negativas en la piel, como manchas, arrugas, flacidez…

Si no queremos sumar años ni tampoco dejar de calzarnos nuestras zapatillas es esencial que “cuando hagamos running protejamos la piel con filtros solares potentes, bebidas isotónicas para reponer minerales y una dieta rica en carbohidratos y proteínas”, entre otros cuidados, recuerda la doctora Albert.

Y es que neutralizar el envejecimiento no solo depende de que reduzcamos metros e intensidad, apunten los consejos que nos da la especialista y empiecen a cuidarse:

1.- Cuidar la dieta: Seguir una alimentación rica en productos antioxidantes, como los frutos rojos, el bróculi, las espinacas y los cítricos.

2.- Tomar complementos nutricionales: Si la dieta que llevamos en pobre en estos alimentos es aconsejable apoyarnos en comprimidos con antioxidantes que contengan Vitaminas C y E, que combaten los radicales libres, y colágenos en cápsulas para recuperar la elasticidad y textura de la piel

3.- Descansar: Para mantener a raya la oxidación se recomienda dormir una media de ocho horas.

4.- Combatir los efectos nocivos en la piel: en caso de daños irreversibles recurrir a cócteles para la piel a base de Vitaminas C, E, Ácido Hialurónico y oligoelementos.

El objetivo es evitar que un cuerpo firme transforme nuestro rostro y lo adorne con arrugas de más.