Cuestionarse si correr ensancha las piernas, es una pregunta extendida sobre todo entre el público femenino. Los muslos y glúteos son receptores de grasas y el running es un deporte que ayuda a perfilar la silueta. Veamos cómo y qué factores entran en juego.

Partimos que la práctica del ejercicio aeróbico ayuda a quemar calorías y perder grasas del cuerpo. Al quemar grasa el volumen se reduce y su vez, la calidad de los músculos es mayor, se convierten en más duros y fuertes. Puede que hayas escuchado alguna vez algo parecido a esto: “Empecé a correr y mientras perdía grasa ¡mis músculos crecían!”.

Teniendo presente la teoría, para poder afirmar si correr ensancha o no las piernas se ha de establecer un punto de partida y tener presente el tipo de perfil del corredor, explica José María Esteve, entrenador personal y licenciado en Educación Física.

Corredores delgados: Una persona de fisionomía delgada que empieza a correr, sus piernas tenderán a coger algo de masa muscular. Al tener poca grasa, la musculatura se apreciará mejor y se “pegará” más a la piel, lo que se traducirá es una musculatura más definida.

Corredores gruesos: Los corredores más gruesos al correr perderán masa grasa y pese a ganar un poco de masa muscular, la tendencia será la reducción de volumen.

Desde un punto de partida neutro y teniendo como referencia los sistemas de entrenamiento, “la preparación de carreras/competiciones de medio fondo y fondo requieren de esfuerzos de resistencia prolongados y generan una tipología muscular fina”, explica José María Esteve. Por otro lado, las pruebas de velocidad que abarcan desde los 60m hasta los 800m son eminentemente de potencia y vienen acompañadas de un destacado trabajo de fuerza y de técnica de carrera generando “una tipología más musculada”, añade.

Solo tenemos que fijarnos en las figuras de los maratonianos y la de los corredores de distancias cortas y explosivas, la musculatura de sus piernas es notablemente diferente.

Lo que está claro es que el entrenamiento aeróbico ayuda a perfilar la silueta y la principal razón se debe a que estamos realizando un deporte funcional y de larga duración, lo que da lugar a la combustión de la grasa. El trabajo aeróbico, en este caso el practicar running, fisiológicamente no agranda, por lo que no se puede llegar a afirmar que una chica por correr va ensanchar sus piernas. Algo así como “si corres te vas poner fuerte”.

Así que si la preocupación es que si por correr vas a llegar a tener unas piernas “anchas” o excesivamente musculosas, la respuesta es que simplemente con correr no vas a ganar masa muscular en las piernas, sino que vas a definirlas.

Si lo que quieres es que la pierna coja forma tendrás que acompañar el running de trabajo de fuerza. ¿Te suena de algo esto? “En el running no todo es correr”.

Llegado a este punto, la morfología de las piernas es modificable, de hecho depende de cómo hagas y enfoques los entrenamientos podrás perder grasa o ganar masa muscular. Sabiendo la teoría y todos los factores que entran en juego, José María Esteve puntualiza un dato muy importante a tener presente, “cada uno ya trae puesto un código genético determinado que limita las cosas”. He aquí, la genética.