¿Te gustaría arañarle unos cuantos segundos o incluso algún que otro minuto al crono en tu próxima carrera popular o media maratón? ¿A quién no le hace ilusión ver cómo mejoran sus marcas con el paso del tiempo? A fin de cuentas, en esto del running al igual que en la vida, se trata de ir progresando. Y para ello, además de esforzarte en tus sesiones de entrenamiento, existen algunos pequeños trucos…como éste que te desvelamos a continuación.

Aunque a bote pronto el vocablo drafting pudiera sonarte a algo relacionado con el mundo de la canasta, esta vez nada tiene que ver con el deporte que consagró a Air Jordan. Sin embargo, el significado de esta palabra –que suena más cool en inglés- seguro que te es familiar porque la habrás escuchado pronunciar en más de una ocasión a los comentaristas deportivos de ciclismo o motociclismo. ¿Te suena la expresión ‘chupando rueda’ o ‘ir a rebufo’ de otro corredor? Básicamente, en eso consiste el drafting.

Escudo contra el viento

La táctica –cuestiones éticas, al margen- es aprovecharte de otro deportista, en nuestro caso un runner que vaya delante de ti y haga las funciones de escudo o parapeto. La jugada consiste en situarte detrás de él a una distancia determinada con la finalidad de minimizar el efecto del viento o disminuir la resistencia que ejerce el aire cuando corres (sobre todo si es fuerte o moderado), lo que supone un ahorro energético considerable. En teoría, el resultado final es que correrás más rápido debido a un menor cansancio.

Está demostrado científicamente que el drafting beneficia a los ciclistas. Basta un claro ejemplo: no siempre gana la carrera el más fuerte. El ‘ir a rueda’ implica un menor desgaste físico y ello te permite contar con una dosis extra de energía a la hora de afrontar los últimos kilómetros o metros. ¿Pero ocurre lo mismo con los atletas? Pues depende de varios factores.

La distancia óptima

Las conclusiones extraídas de un estudio en el que se analiza la resistencia o influencia que ejerce el aire cuando corre una persona, revelan que los beneficios del drafting son palpables en las carreras con viento en contra bastante fuerte y cuando se ejecuta a un determinado ritmo, tirando a alto.

Según el estudio, la distancia óptima a la que deberías colocarte para beneficiarte de esta ventaja competitiva se sitúa entre 40 y 80 centímetros tras el corredor que te precede, mientras que la distancia máxima o límite para aplicar el drafting sería un metro.

Por último, respecto a la cantidad de energía empleada en vencer la resistencia del aire que puede llegar a ahorrar el ‘runner sanguijuela’ en comparación con el corredor que va delante es de hasta un 80%.