Tras seis jornadas de los Juegos Paralímpicos de Río 2016, España suma en su medallero 12 medallas: 2 de oro, 4 de plata y 6 de bronce, casi más que las que consiguió la delegación olímpica en el total de los Juegos Olímpicos de agosto.

Sin embargo, aunque queramos equiparar a unos con los otros, no podemos. Y no es por nosotros, sino por la tremenda desigualdad que existe a la hora de repartir los premios económicos procedentes de la consecución de una medalla olímpica vs medalla paralímpica.

En un país, España, en el que constantemente se está luchando por la igualdad de género y la igualdad de capacidades entre todo el mundo, en el ámbito olímpico donde, precisamente, debería imperar un espíritu de igualdad mayor aún, se produce una de las mayores desigualdades. Estos son los datos.

El 1 de junio de 2016, apenas dos meses antes de los JJ.OO., el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, confirmó lo que era un secreto a voces: los atletas olímpicos ganarían lo mismo por medalla que en Pekín 2008 y en Londres 2012. Los premios están congelados por la delicada situación de las arcas de los estamentos deportivos.

Estos premios eran los siguientes: el oro, 94.000 euros, la plata, 48.000, y el bronce, 30.000 en disciplinas individuales. En parejas, cada medallista recibe 75.000 euros por el oro, 37.000 por la plata y 25.000 por el bronce. Por equipos (tres o más jugadores) el oro se paga a 50.000 euros, la plata a 29.000 y el bronce a 18.000.

En cualquier lugar que se pregunta y donde reine cierta cordura, los premios de los atletas paralímpicos debería de ser, al menos, el mismo. Pero no es así. Ni mucho menos. Una medalla de oro, por ejemplo, de Teresa Perales, solamente es recompensada con un tercio de lo que ganaría Mireia Belmonte en la misma prueba. Sorprendente, ¿verdad?

Es por ello que el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda, lleve años denunciando esta tremenda injusticia y que se tome como ejemplo a nuestros vecinos de Portugal, donde las medallas son recompensadas de igual manera.

Para hacerse una idea de la magnitud de este desaguisado político-deportivo, sirva esta tabla comparativa realizada en base a los datos del COE y del Comité Paralímpico Español.

Comparativa

No obstante, si queremos consolarnos de alguna manera, en lugar de arreglar el problema, siempre nos pueden decir que no somos el único país que paga así a sus atletas. En Estados Unidos, sin ir más lejos, a los atletas olímpicos les recompensan las medallas de oro con 25.000 dólares, mientras que a los paralímpicos tan solo con 5.000, una diferencia del 80%, incluso mayor que la más alta de España.