Correr es, aparentemente, muy sencillo. Basta con poner un pie detrás del otro, ¿verdad? Sin embargo, hacerlo bien no resulta tan fácil. Es necesario tener una buena técnica que nos permita correr adecuadamente y, a la larga, nos ayude a evitar lesiones.

Pero también es necesario contar con unas buenas zapatillas que se adapten a nuestra pisada y nos ofrezcan la amortiguación necesaria para que no nos lesionemos.

Más allá de pronadores, supinadores y corredores de pisada neutra, es necesario que tengamos en cuenta la forma de nuestro pie. Hay corredores con el pie demasiado ancho o demasiado estrecho, con mucho empeine o con mucho puente en la planta del pie.

Aspectos, todo ellos, a tener también en cuenta a la hora de comprar unas zapatillas y, sobre todo, a la hora de atárnoslas para evitar rozaduras, importantes molestias a la hora de correr, pero también las temidas lesiones.

Y es que, lamentablemente, hasta que no nos lesionados, no solemos preocuparnos por este tipo de detalles. De hecho, la mayoría de las investigaciones en torno al running se focalizan en nuestra manera de pisar, pero suelen dejar en un segundo plano cómo deberíamos atarnos las zapatillas.

En 2008, Marco Hagen, de la Universidad de Duisburgo, en Alemania, llevó a cabo una investigación centrada, precisamente, en estudiar esta cuestión. Analizó la biomecánica de 20 corredores que corrían en una cinta de correr bajo diferentes condiciones.

Todos calzaban el mismo modelo de zapatillas, pero atadas de diferentes maneras (suave, normal y fuerte) y tomó mediciones del impacto de la pisada en el suelo y la presión en la planta del pie.

Los resultados mostraron que cuando un corredor ajustaba bien los cordones reducía la pronación en la pisada, así como el impacto sobre el terreno, lo que, sin duda, reduce el riesgo de lesiones.

Por eso, ¿cuál es la mejor manera de atarse las zapatillas?

Lo importante es que la zapatilla quede bien ajustada. Hay corredores que utilizan ese agujero extra que tienen todas las zapatillas de correr para aumentar la estabilidad y reducir el impacto en el suelo. Pero es necesario tener en cuenta la morfología de nuestro pie.

De hecho, desde que hace meses un usuario de YouTube compartió un vídeo en el que explicaba para qué servía el agujero extra de las zapatillas deportivas, la manera de atarse los cordones se ha convertido en otra de las preocupaciones de los runners.

Un usuario de Imgur compartió una foto montaje sobre 6 ingeniosas maneras de atarse las zapatillas de running para adaptarse a 6 posibles problemas e inconvenientes con los que un runner puede encontrarse.

1.- Uña del pie negra

2.- Talón suelto

3.- Empeine alto

4.-Puntera estrecha

5.- Necesidad de un ajuste más espacioso

6.- Puntera amplia

La fotografía se hizo viral con más de 3 millones y medio de visitas en la web y en ella muchos han encontrado útil la información que detalla y que puede evitar rozaduras, ampollas y lesiones innecesarias. Tras su publicación, hoy la proliferación de imágenes sobre cómo atarse las zapatillas se han extendido como la pólvora a través de Internet.