La ‘ultradistancia’ es uno de los cantos de sirena que oímos una gran cantidad de corredores y en la que sucumbimos muchos de nosotros, arrastrados por historias de épica y aventuras románticas que tienen que ver con el sufrimiento de nuestros cuerpos y mentes.

Pero antes de dejarte llevar hacia una de estas aventuras que poco tienen del romanticismo con la que nos las presentan y que pueden ser dañinas o peligrosas para tu integridad física, te recomiendo que leas este artículo con atención. ¿Qué pasos son recomendables seguir para enfrentarse a una carrera de 100 kilómetros?

Probablemente hayas corrido algún que otro maratón o quizá en alguna carrera de larga distancia en bicicleta o incluso en algunos triatlones. Uno de los pasos previos a participar en ultradistancia creo que debería ser el tener cierta experiencia en pruebas en las que tu cuerpo se ha visto enfrentado a un esfuerzo largo y continuado. Entonces sería el momento adecuado para dar ese paso adelante en la distancia.

Antes de liarte la manta a la cabeza es más que recomendable que te hagas un chequeo médico completo, con prueba de esfuerzo y ecocardiograma, para poder evitar o minimizar problemas de índole cardiaco. Además te servirá de pauta para saber cómo te encuentras y como tienes que dirigir tus entrenamientos. Repito esto es FUNDAMENTAL.

Entrenar, entrenar y entrenar. Es básico, siempre digo que cualquier persona que tenga un buen estado de salud y que esté dispuesta a entrenar, puede llegar a realizar pruebas de este tipo.

Sé que luego hay muchos factores externos que pueden hacer que no se cumpla el objetivo, pero si partimos de la premisa de un estado de salud que nos permita realizar una preparación y se ponen las ganas y se es constante en el entrenamiento, tendremos el terreno abonado para que las cosas salgan lo mejor posible.

El estar bien asesorado es fundamental. Un entrenador que guíe tus esfuerzos es imprescindible para no quemarse ni dejarse el cuerpo durante la preparación. No por querer correr 100 kilómetros hace falta meter burradas de volumen en nuestros entrenamientos. El trabajo de fuerza, la intensidad de entrenamientos más cortos, cuidar la alimentación e hidratación son más importantes que hacer muchos kilómetros.

Es recomendable que antes de lanzarte a correr 100 kilómetros pruebes con una distancia intermedia. Hay carreras de cincuenta o sesenta kilómetros que te servirán de aprendizaje de cara al gran día. Ahí podrás probar material, qué ritmos llevar, como comer e hidratarte en carrera y sobre todo te valdrá para corregir errores y como no, para ganar confianza en pruebas de este tipo, donde la cabeza es más importante que las piernas. Sin duda, el cerebro es el músculo que más entrenado tienes que tener cuando quieres enfrentarte a la ultradistancia.

Por último unos cuantos consejos rápidos:

1.- No tengas prisa en querer lanzarte a una distancia así, no te precipites, y menos en estas distancias.

2.- Elige bien la prueba. Con tiempo suficiente para prepararte, estudia el recorrido, el desnivel, el entorno. Es muy importante.

3.- Si no estás convencido al 100%, no lo hagas. No hay obligación. Al igual que tampoco la hay de correr un maratón o una carrera de 10 kilómetros. Si lo haces, que sea porque realmente lo deseas.

4.- Prepárate para vivir momentos de todo tipo. Alegría, tristeza, cansancio extremo, euforia, ganas de matar a quien te dijo que te apuntaras a la carrera, hambre, sed, sueño, enajenación mental transitoria, sufrir alucinaciones… bueno, quizá me haya pasado en alguna, pero vivirás cientos de emociones en esos 100 kilómetros, eso seguro.

5.- Correr 100 kilómetros no es ninguna broma y aunque puede ser una de las mejores experiencias de tu vida como corredor, hay que ser prudente y saber si se está dispuesto a sacrificar y a trabajar todo lo posible para llegar a la meta en el mejor estado posible.