"El tendón de Aquiles sufre mucho con los deportes de impacto o con arrancadas muy explosivas, por lo que será el talón de Aquiles en gimnastas, tanto rítmica como acrobática, baloncesto, en atletas, sobre todo de montaña, y jugadores de pádel”, dice Esther de Pablo, Fisioterapeuta y Osteópata de la Clínica de Fisioterapia CIRCE.

Explica que este tendón formado por los gemelos se encarga de hacer la flexión plantar del pie y la de rodilla, lo que favorece posibles lesiones en los deportes que implique ese gesto de flexión.

Cualquier traumatismo se produce por un sobreesfuerzo o un movimiento repetido y cuando el gesto deportivo es incorrecto, incide la especialista que nos recuerda las lesiones más comunes: "La más frecuente suele ser la tendinitis aquilea, y en menor medida las roturas fibrilares de los músculos que lo forman. El caso más grave, pero también posible, sería la rotura del tendón, cuyo tratamiento es quirúrgico".

Tendón de Aquiles

El dolor y la inflamación nos hará reconocer inmediatamente la temida lesión "y en algunos casos impotencia funcional, que es la incapacidad para mover la articulación del tobillo.

Tanto el traumatólogo como el fisioterapeuta están capacitados para diagnosticarlas con una serie de pruebas clínicas, ayudándonos si se necesita con pruebas de imagen como la ecografía", asegura la fisioterapeuta.

A partir de ese momento hay que frenar, aplicar frío, inmovilizar el tendón y buscar un buen diagnóstico, siendo la fisioterapia uno de los mejores aliados de nuestro tendón de Aquiles.

"Primero debemos disminuir la inflamación y usar las técnicas necesarias para ayudar a curar al tejido lesionado. Y a medida que el deportista vaya mejorando, iremos introduciendo el ejercicio compaginándolo con el tratamiento fisioterápico, y así devolverle el 100% de la funcionalidad", comenta.

Hay que ir poco a poco y volver al deporte con precaución, dejando que nuestras piernas recuperen la fuerza necesaria para enfrentarse a posibles movimientos bruscos. Lo esencial es aprender a prevenir el daño: fortalecer piernas, hacer ejercicio paulatino y de forma gradual, calentar antes de ejercitarse, procurar evitar superficies duras… Y si aun así sufrimos una tendinitis la buena noticia es su buen pronóstico.

“¡Claro que sí!, pero siempre influyen algunos factores como la edad del deportista, la precocidad del tratamiento, y la buena voluntad del paciente”, advierte Esther de Pablo.

El tendón de Aquiles puede dejar de ser el punto más débil, en tu mano está lucir unas piernas fuertes y sanas.