"¡Las piernas, las patadas son lo que más cuentan!", "¡Menos brazo y más piernas!". Javier Fraile "Jabitxu", habla de manera pausada pero firme a sus "pupilos". Sobre el ring son únicamente cuatro los que se mueven de un lado para otro buscando los puntos débiles de su adversario y el lugar donde fijar su patada.

No hay violencia ninguna, y sobre el ring todos saben muy bien cuál es su posición dentro de este juego de rol en el que uno ataca, el otro se defiende y, por el medio, "Jabitxu" corrige desde las cuerdas.

Abajo, en la tarima, otro grupo de pupilos trabaja otra disciplina distinta: el boxeo. Su entrenamiento difiere en que no utilizan las piernas para golpear sino para buscar una mejor posición respecto al saco, en este ámbito de entrenamiento, o a su adversario en un combate.

Los beneficios de ambas disciplinas son múltiples, pero quizás la que más nos sorprende es la que nos cuenta "Jabitxu": "Ayuda a la autoestima. El exceso o la limitación de cierto tipo de recursos hace que te puedas descubrir tú mismo. Tienes unos límites que traspasar y los vas superando continuamente, tanto a nivel físico como a nivel mental".