Lo llevas en la muñeca en forma de pulsera de fitness, o en el bolsillo en forma de aplicación de teléfono móvil, pero todos hacen lo mismo: recoger datos de tu actividad física.

Tú lo consientes, porque piensas que, de este modo, todo lo que hagas estará registrado y podrás calcular mejor tus entrenamientos pero, a buen seguro, no habrás pensando aún dónde van a parar esos datos que estos gadgets recogen.

Posiblemente, además, no te hayas leído los términos y condiciones que aceptas cuando empiezan a utilizar alguno de estos cacharros, por lo que automáticamente comienzas a ceder tus datos a terceros. Esto es lo que hacen con ello.

1.- Hacer separación de personas en universidades

Un ejemplo claro de esto está ocurriendo actualmente en la Oral Roberts University de Tulsa, Estados Unidos. Esta universidad está poniendo pulseras Fitbit a los alumnos que entran por primer año a estudiar en ella, para monitorizar toda su actividad deportiva e incluso para hacer un seguimiento de dónde están y adónde van.

Esto ha generado una amplia polémica entre la comunidad estudiantil porque los regidores de la Universidad también están usando esos datos para separar a los alumnos en función de su actividad deportiva, peso, etc. Ya hay creada incluso una petición en Change.org para que se retire esta práctica tan poco ética.

2.- Para prohibir el paso en determinados caminos

Esto ya ha pasado en un pequeño pueblo de Estados Unidos donde las autoridades locales utilizaron los datos que arrojaba la aplicación Strava para ver por dónde iban los bikers.

Sorprendentemente, se dieron cuenta de que estaban yendo por caminos que estaban prohibidos debido al nivel de protección que estos tenían, así que, en base a esos datos, aprobaron una ordenanza que prohibió el uso de esos caminos para hacer rutas en bici y así evitar la degradación.

3.- Para salvarte la vida

Un usuario de Strava se dio cuenta de que tenía unas pulsaciones más altas de lo normal cuando se encontraba montando en bici. De hecho, superaba con creces las 220 pulsaciones por minuto de la frecuencia cardiaca máxima.

Al visitar al doctor por primera vez no le encontraron nada anómalo, pero en una segunda visita en la que le hicieron un electrocardiograma se dieron cuenta de que tenía un bloqueo del 90% en una arteria, por lo que le tuvieron que operar y colocarle un triple bypass.

4.- Para calcular tu prima del seguro de vida

En España parece que aún no se ha puesto tan de moda, pero en Estados Unidos, determinadas compañías de seguros te calculan el precio de tu seguro de vida en función de los parámetros que tengas en tu aplicación de monitorización deportiva.

Incluso alguna compañía ha lanzado un programa deportivo para que sus asegurados se unan y monitoricen las actividades que hagan. Al fin y al cabo, si estos últimos están sanos, la compañía de seguros gana más dinero.

5.- Para robarte la bici

Imagínate que vas con tu bici nueva, con tu aplicación activada, y un grupo de hackers está monitorizando las señales que salen de tu dispositivo bluetooth hasta el teléfono móvil que recoge la señal. Podrían, perfectamente, localizar el lugar donde dejas la bici e ir con toda la calma y llevársela.