Si eres runner, te sonará la frase de: “Me voy de viaje de Semana Santa, pero me llevo las zapatillas en la maleta”.  Ahora que estamos en plena temporada de carreras populares parece que irse de viaje en Semana Santa y no decaer en la rutina de entrenamientos empieza a ser un propósito cada vez más extendido entre los corredores.

Para que puedas disfrutar de estas fiestas cargadas de tradición y no te lamentes a la vuelta de no haber hecho tus kilómetros, apunta una serie de consejos para que tu Semana Santa y el running se conviertan en compañeros de viaje.

Cinco consejos para correr en Semana Santa

1.- Planifica tu ruta: Si te vas con amigos que comparten tu misma afición por el running lo tendrás fácil. Reservad una mañana para hacer kilómetros en vuestra ciudad de destino ¿no dicen que el running es la mejor opción para hacer turismo? Como consejo, planificad vuestro entreno para los primeros días del viaje, con los deberes hechos los excesos saben mejor. Si por el contrario viajas con la familia y solo corres tú, aprovecha el primer día de llegada para madrugar y realizar la primera toma de contacto con la ciudad a golpe de kilómetros y zapatilla. Habrás cumplido con tu entrenamiento y habrás echo un chequeo urbano que os servirá de guía para el resto del viaje

Aquí tienes algunos destinos marcados por la tradición de Semana Santa con recomendaciones para que sepas  por donde salir a correr: Las ciudades con más pasión por la Semana Santa.

2.- Busca un compañero para trotar: Cuando viajas rodeado de amigos que comparten tu misma afición será más difícil que te escaquees. Si por el contrario viajas en familia y con hijos pequeños, no recurras a la manida excusa de que tus hijos no te dejan moverte. Coge el carro y experimenta la sensación de compartir kilómetros con tus pequeños.

3.- Establece un horario y rutina: No pases de un horario laboral estricto al desorden total. Disfrutar de la flexibilidad horaria de estos días no es sinónimo de descontrol. Intenta establecer una rutina y horarios y te ayudará a desconectar y saborear de estas fiestas cargadas de tradición. Seguro que así encontrarás un hueco para salir a entrenar.

4.- ¡Ojo con los excesos!: Será difícil decir que no a las torrijas, a la copa de vino, las tapas, las cañas… pero ¡todo tiene un límite!  Si te has propuesto salir a entrenar, no te pases y no olvides que el agua y la comida baja en calorías existe. Tampoco vas a ser extremista, así que date un homenaje pero ¡con cabeza!

5.- Comparte tu entrenamiento: Ahora existen muchas aplicaciones con las que puedes dejar registrados tus entrenamientos y compartirlos con tu comunidad de amigos. Úsala. Seguro que mantienes un pique con algún amigo y la Semana Santa no va a hacer que te quedes detrás.

Haz uso de esas zapatillas y que no ocupen espacio en balde, no las conviertas en tus apuntes de clase que siempre llevabas en tus viajes y nunca salían de la maleta.

Las palmas, las monas de Pascua, la torrijas, el luto, el tronar de los tambores… tradiciones arraigadas de la Semana Santa compatibles con la práctica del running. ¿No crees?