La tarea de entrenar triatlón no es fácil. Tres deportes, transiciones, gimnasio y un buen puñado de zonas de entrenamiento que debemos de trabajar en cada uno de los deportes hacen que el engranaje de todo esto junto sea algo complejo de organizar.

Pero yo diría más, y es que mi percepción de un entrenador no es solo la de una persona que intenta darte la dosis necesaria de entrenamiento para cumplir el objetivo que te has propuesto adaptándolo a tu día a día, sino que también deberá tener un contacto con el triatleta, estar dispuesto a escuchar sus sensaciones o modificar el plan, si por circunstancias (enfermedad, trabajo, etc.) es necesario cambiarlo.

Hoy en día, la tecnología nos ofrece a los entrenadores infinidad de ventajas a la hora de poder tener ese contacto con el deportista y control sobre su entrenamiento, por lo que debemos de sacarle partido, utilizarla y que el triatleta sienta que aun teniendo una distancia, perciba que lo tiene cerca y a mano para todo lo que necesite.

El triatleta puede pensar y valorar a la hora de elegir un entrenador en muchas más cosas aparte del hecho de no poder verlo físicamente. Por tanto, hay diferentes aspectos que creemos que son importantes a la hora de elegir cual será nuestro entrenador.

1.- Formación: Evidentemente necesaria para todo entrenador. Aun así, tener más estudios que nadie no significa ni mucho menos ser el mejor entrenador, pero sin duda ayuda y son necesarios para poder llevar por buen camino al deportista en infinidad de aspectos para los que se le “contrata”.

2.- Experiencia en el deporte: En mi opinión indispensable. Sino hemos probado en nuestras propias carnes como afecta un entrenamiento determinado, como nos sentimos después de nadar, montar en bici o correr, como nos sentimos después de semanas muy duras de entreno o como nos sentimos cuando competimos, difícilmente por mucho que haya estudiado ese entrenador entenderá las sensaciones que se tienen en cada uno de esos momentos.

3.- Experiencia como entrenador: Muy valorable, y mientras mayor sea la disparidad de triatletas que haya entrenado, ya sea por el nivel de rendimiento, por tiempo disponible para entrenar o por la edad, mayor será la capacidad de adaptación del entrenador a tu caso concreto.

4.- Motivación: Tú como triatleta deberás buscar un entrenador motivado con lo que hace, ya que posiblemente esa motivación que él tenga, te la traspasará a ti, en el contacto que tengas con él y será muy importante para sacar tu día a día de entrenamiento.

5.- Que este involucrado: De esto posiblemente te darás cuenta cuando empieces a trabajar con el entrenador, aunque si estás algo atento, podrás percibir muchas cosas en esos primeros correos electrónicos que intercambias con él si hablamos de entrenamiento online.

Busca un entrenador que cuide y cumpla todos estos aspectos, puesto que tú serás el beneficiado, mejorando tu rendimiento según tus circunstancias y disfrutando del día a día. Al final, ese disfrute será el que hará posible una continuidad mayor en el proceso de entrenamiento.