Hay dos tipos de personas a la hora de ir a comprar: los que se adaptan a lo que se van encontrando y se dejan sorprender por un lado, y por otro, los que salen con una idea en la cabeza.

Así, los primeros tendrán más facilidad para dar con algo y contentarse, mientras que los segundos rara vez encontrarán un diseño igual al que se habían creado en su imaginación. Y en esto de correr, no parecen suficientes esas plataformas que las grandes marcas han creado en internet para facilitar los diseños personalizados a la hora de satisfacer las mentes del segundo grupo de personas.

No obstante, entre las grandes marcas, hay una que tiene la delantera, de forma involuntaria. Y es que la del swoosh, frente a la de las tres rayas, tiene la ventaja de su potente modelo Roshe.

Su diseño permite a la zapatilla tener más superficie continua, más lienzo para pintar o customizar. Cientos de imágenes hay en Internet en las que la gente muestra su creación: las Nike Roshe tuneadas al gusto del consumidor, colores atrevidos, estampados locos, a veces dibujadas con rotuladores especiales, otras con aerógrafos e incluso con añadidos de tela al logo del gigante americano: versiones de estampados hawainaos, o retros, o escoceses…

Una cosa es poder elegir los colores, algo que permiten tanto Nike como Adidas en determinados modelos en internet (incluso poner nombres) y otra tener al alcance de tu mano la personalización en grado sumo.

En la página Etsy hay muchas personas que venden los modelos cutomizados por ellos de las Nike Roshe. Y no son baratas precisamente. Es lo que tiene el arte, que es único e irrepetible.

Tuneos por encargo para correr en Nueva York

También en España hay gente que se dedica tunear las zapatillas. Lo hacen por encargo. “Hasta el momento, la mayoría de las peticiones que hemos recibido son para pintar las clásicas Vans sin cordones e imitaciones”, aseguran Irene Alcón y Laura Sacristán, quienes si bien empezaron por hobby, ya se plantean algo más serio con su proyecto ‘¡A lo loco! Las cositas de dos’ http://www.lascositasdedos.es/, el cual pondrán en marcha en breve.

“Solemos cobrar entre 40 y 50 euros, dependiendo de las pinturas y la dificultad del diseño, llegan a veces a los 60€ si hay una petición especial de materiales”, aseguran. ¿Y peticiones de zapatillas de running?. “Hemos hecho unas pocas, y todas era el modelo Nike Roshe, siguiendo la tendencia importada de Estados Unidos: Y un par, que sepamos, las utilizaron para correr el pasado maratón de Nueva York”, apuntan.

La 'desdropización' de las zapatillas amortiguadas

La siguiente opción va más allá. Porque todos esos corredores que se pasan a la acera del minimalismo, tras probar sus beneficios, y que por tanto abominan de la amortiguación y del drop, han pasado por su etapa de zapatillas acolchadas. Y se han gastado un pastizabal en ellas.

Pues bien, en estos tiempos que corren, merece la pena reutilizar esas zapatillas liberándolas como si de móviles encadenados a compañías se trataran.

Es fácil encontrar en internet manuales que guían al corredor, si es hábil y manitas, para quitar el colchón a su súper calzado tecnológico. El proceso es el que sigue: se quita la suela de goma dura de la zapatillas, aquella que estaría en contacto con el suelo, y se reserva como si de láminas de ajo destinadas a decorar el plato de bacalao al pil-pil se tratasen; después, se quita la goma eva, el boost o lo que sea, y el tacón dropqueen de la zapatilla.

Por último, se pega la capa de goma que se había guardado. El resultado es una estupenda zapatilla minimalista que invita al corredor a no entrar de talón.