¿Qué es este síndrome? Produce un dolor de los tejidos alrededor de la rótula y el fémur. Dicho dolor está producido por un aumento de las fuerzas comprensivas a nivel lateral de la articulación.

¿Y por qué se producen estas fuerzas comprensivas? La causa principal es un movimiento en rotación interna y aducción del fémur con respecto a la rótula.

Para que se entienda fácilmente, un ejemplo es la analogía con un tren en el que las vías serían el fémur y el tren la rótula. Lo normal sería que el tren se moviera sobre las vías pero en este caso ocurre al revés, son las vías las que se mueven debajo del tren.

Las causas que producen este movimiento anormal y que conducen al aumento de la carga son varias y por diversos factores, pero generalmente son las siguientes:

1.- Debilidad de glúteo medio (músculo que estabiliza el fémur con respecto a la pelvis). Si no tiene un funcionamiento adecuado, se produce un exceso de rotación interna + aducción del fémur.

2.- Posición de la pelvis excesivamente anteriorizada. Produce una inhibición o dificultad para una correcta activación de los glúteos.

3.- Fase de contacto inicial del pie con el suelo se produce con una extensión de rodilla excesiva (leve). Esto produce el aumento de cargas en la rodilla.

La recomendación en estos casos es un estudio biomecánico para detectar las fuerzas patológicas o movimientos anormales que ocurren de forma específica en este corredor.

Cada persona tiene unos factores específicos que requieren de soluciones específicas. El objetivo del tratamiento es siempre disminuir la carga en la articulación/tejido lesionado. Como es un problema multifactorial, debemos realizar tratamientos multifactoriales.

Lo más importante para el tratamiento de una lesión es mejorar la gestión de la carga (el cuánto y el cómo).

Cuánto: si la articulación recibe mucha carga (aumento de forma no progresiva del entrenamiento) tengo muchas posibilidades de lesionarme.

Cómo: si la forma de correr no es la adecuada, aunque no corra mucho, también me puedo lesionar.

Por tanto, una de las claves es el fortalecimiento de los glúteos, particularmente el glúteo medio, y hacerlo sin provocar dolor en la rodilla.

También es importante el estiramiento de la musculatura flexora de cadera, psoas iliaco y recto femoral. Favorece el reposicionamiento de la pelvis cuando ésta se encuentra anteriorizada.

Otras soluciones posibles que también deberían estar asesoradas por un especialista es el tema del reentrenamiento de la carrera para intentar disminuir la hiperextensión de rodilla.

Las plantillas también pueden ayudarte a que no sufras este dolor. Diversos estudios demuestran la eficacia de las plantillas para reducir la sintomatología y mejorar la función del pie.

Fuente: Javi Tierra Clínica