El lenguaje de los runners se traduce en números. Ritmos, número de series, transiciones… planes de entrenamiento que son un desfile de cifras y que en ocasiones resulta complicado memorizar.

¿Cómo acordarse de manera exacta de todo el entrenamiento? Para ello, los corredores han desarrollado el arte de crear chuletas para sus entrenamientos, muchas de ellas realmente ingeniosas.

La lista de chuletas de los runners por niveles:

1.- Chuleta escrita en la mano. El recurso más rápido para aquellos que van siempre con el tiempo encima.

Llegan a casa, se topan con el plan de entrenamiento y ante tanto numerito no lo piensan dos veces y apuntan el entrenamiento en la mano.

Con un simple golpe de vista no se les pasará ni una, el problema es que con el sudor lo más probable es que la chuleta se borre por el camino.

2.- Chuleta en papel. También una manera de plasmar de forma rápida el entrenamiento. Da igual cómo sea el papel, cuanto más pequeño mejor, así ocupará el mínimo espacio posible.

Esta chuleta puede guardarse en muchos rincones del outfit runner: bolsillos de la chaqueta, en el cinturón runner, alojado en la zona de la cintura del pantalón o cualquier otro minúsculo bolsillo que muchas veces no se sabe muy bien cuál es su utilidad.

El problema es que este tipo de chuleta, muchas veces al estar en contacto directo con la piel termina sudando y los numeritos llegan a ser indescifrables, sin olvidar el “trajín” de tener que ir sacándola y guardándola. ¿Cuántas veces miramos la chuleta, la guardamos y a los pocos segundos volvemos a sacarla porque no nos acordamos.

3.- Chuleta en una botella. Son muchos los corredores lo que salen a correr con la botella en mano, y más ahora con el calor se convierte en un imprescindible.

Para evitar tener que sacar y guardar la chuleta, un recurso rápido y sencillo es pegarla en el cuerpo de la botella. Muy visual, pero entre el sudor de la botella y el de nuestra mano esa chuleta puede llegar a ser indescifrable.

4.- Chuleta plastificada. Aquí el nivel y tiempo de dedicación empieza a incrementarse. Este tipo de chuleta es exactamente igual a la chuleta de papel, la única diferencia es que se coge un film transparente y se envuelve para evitar que con el sudor se corra la tinta.

5.- Chuleta calcomanía. Esta es la profesionalización de la chuleta escrita en boli. Se trata de un tatuaje temporal donde queda impreso toda la información del entrenamiento.

Es de gran utilidad ya que se puede revisar tantas veces como se quiera con una sola mirada. Este tipo de calcomanía es cada vez más común verla en las carreras de montaña, aunque cada vez está más extendida en las carreras de asfalto.

6.- La chuleta en el pulsómetro. Quizá esta sea la chuleta más pro de todas y la menos rudimentaria. Son muchos los pulsómetros los que ofrecen la opción de planificar paso por paso el entrenamiento y solo se ha de estar pendiente del pitido.

Tan sencillo como planificar el entrenamiento en la aplicación de la marca del pulsómetro y volcarla. El problema es que para los que van siempre con el tiempo justo, el introducir todos los datos se convierte en una odisea y lo rápido es recurrir a alguna de las chuletas anteriormente citadas.

Con el desgaste físico intentar memorizar los datos se convierte en una locura y los runners ya se las apañan para que esto no suceda. Si no somos de números ¡a por las chuletas!