Normalmente es la natación el segmento que más se atraganta a los triatletas, posiblemente porque la mayoría vienen de practicar ciclismo o carrera a pie, pero dejando de lado este dato, la natación, al realizarse en un medio al que no estamos habituados (el agua), su adaptación es mucho más complicada.

Tenemos que tener en cuenta que si no somos de esos que nadamos de pequeños tendremos algo complicado llegar a conseguir un alto nivel de natación. Pero no todo va ser malo, y es que con constancia, y aunque seamos mayorcitos y lo único que hayamos nadado sea de bordillo a bordillo en la piscina, podremos conseguir un nivel decente en este segmento que nos permita disfrutar del triatlón.

A veces muchos triatletas se centran en hacer metros y más metros (incluso todo continuo) sin tener en cuenta que trabajar en el agua algunos ejercicios con el objetivo de “sentir” mejor este medio, nos hará mejorar en nuestro objetivo, que no es otro que el desplazarnos en el agua hacia delante.

Ni mucho menos estoy diciendo que nos limitemos hacer ejercicios de técnica hasta buscar un excesivamente estilo depurado que al final nunca llegará (no vamos a mejorar nuestro tiempo en 1500 metros a base de hacer técnica). Diría que aunque no tengamos un estilo perfecto, deberíamos de ir acumulando metros con el objetivo de trabajar la musculatura específica y que la fatiga nos llegue más tarde.

Metiéndonos ya propiamente en los errores técnicos más comunes que se suelen producir entre los triatletas en este segmento destacan:

1.- Codo bajo: Error común incluso en nadadores de alto nivel. Se produce en la fase acuática, después del estiramiento del brazo entrando en el agua, la posterior flexión de muñeca hacia abajo y flexión de codo. Si mejoramos este aspecto mejoraremos en gran medida la eficiencia de empuje en el avance. Haz remadas de agarre, nada con tuba o nada haciendo recobro subacuático, son formas de trabajar e intentar mejorar el codo bajo.Importante tener en cuenta este aspecto

2.- Punto muerto: Se produce cuando estamos con un brazo en la primera fase de la brazada y el otro entrando en el agua después de la fase aérea. Esto producirá deceleraciones, con sus posteriores aceleraciones en cada ciclo de brazada, nadando con una constante de subidas y bajadas de velocidad, siendo lo contrario (pocas variaciones de velocidad en un ciclo de brazada) la manera más eficiente de nadar.

3.- Frecuencia de ciclo baja: Para la natación en triatlón (lo que realmente nos interesa) es importante tener una frecuencia de brazada más bien alta que baja (sobre 40 – 43 ciclos por minuto). Olvídate de alargar la brazada incluso de manera forzada, ya que lo que nos encontraremos en competición serán corrientes o aguas con mucho movimiento. Así que intenta llevar una buena frecuencia de brazada para adaptarte mejor al oleaje que en muchas ocasiones se dan en los triatlones.

4.- Codo bajo en el recobro: Para el nado en aguas abiertas este error no será demasiado importante, pero debemos intentar evitarlo en cierta medida, con el objetivo de que la separación de la mano con el cuerpo no sea excesiva en el recobro.

5.- Entrada de la mano: Intenta no pelearte con el agua, intenta hacer una entrada de la mano en el agua sin golpear excesivamente el agua. Ejercicios de técnica como doble entrada (la mano entra en el agua, sale y vuelve a entrar) pueden hacerte mejorar este error.