Partiendo de la premisa de que la necesidad que tiene un corredor no profesional de correr debería ser lúdica, siendo conscientes de que puede de que se enganche a retos y se ponga metas más o menos difíciles, se llegaría al entendimiento de la lógica de entrenar por tiempo y no por kilómetros. Porque aunque el resultado pueda parecer parecido, no es igual.

Entendamos lo de correr por tiempo cuando se hacen rodajes, y no series, pues las series en sí mismas tienen una distancia determinada. Bien, a partir de aquí, conviene recordar, primero, que no siempre se está igual un día respecto a otro, y segundo, que ya conocemos el enganche y obsesión de muchos corredores, que llegan a entrenar a pesar de que su cuerpo les diga que paren. Así, no es lo mismo tener que correr 50 minutos suave, que hacer 10 km a 5’/km. ¿O sí?

Puede que el corredor o corredora, en 50 minutos suave haga diez kilómetros. O puede que ese día esté con menos fuerza que otros días y en 50 minutos sólo logre hacer 9,5 km. ¿Y cuánto hará aquel que tiene programados hacer 10 km a 5’/km si ese día no está bien?

Pues seguramente logre hacer el entrenamiento planificado con mucho más esfuerzo… y con más riesgo de sufrir lesiones si sigue repitiendo el patrón. O puede que se retire a la mitad y se vaya a su casa con una mala sensación, incluso con ese sentimiento de culpa que alguna vez dicen haber sentido los corredores.

Por eso, en los planes de entrenamiento se deben poner ritmos de rodaje aproximados en relación al tiempo que se debe estar corriendo: 60’ a ritmo suave, 80’ a ritmo sin prisa pero sin pausa, 55’ empezando suave y terminando fuerte progresivamente.

Running

Correr por tiempo, parecido a correr por pulsaciones

Lo de correr por tiempo y ritmo en vez de por km viene de lejos. Pero sobre todo sería como el antecedente de correr teniendo en cuenta las pulsaciones. Y es que hasta a finales de los noventa no aparecieron los primeros pulsómetros, o por lo menos no se extendió su uso. De hecho, ahora, la gente utiliza los GPS con pulsómetro para medirse los kilómetros, aunque sin tener en cuenta las pulsaciones.

Pues bien, poner un plan de entrenamiento teniendo en cuenta las pulsaciones, sería muy parecido a los de correr por tiempo. El entrenador, así, no sabe la distancia que va a hacer su entrenado, pero sí sabe cuánto tiempo debe de estar corriendo a una frecuencia cardíaca determinada para poder lograr su objetivo. Y con unas pulsaciones determinadas a veces se harán más kilómetros que otro, lógicamente. Porque, eso, nunca se está exactamente igual un día respecto a otro.

Menos lesiones, mejor rendimiento en carrera, mejor conocimiento de nuestro cuerpo y mejor interpretación de las sensaciones. A ver, que no hace falta que pongas a la venta tu GPS en eBay, pero si te mentalizas para pensar en el tiempo que vas a correr y en sólo mirar los kilómetros que has corrido al final o no darle excesiva importancia a lo kilómetros que vas haciendo, obtendrás todos esos beneficios.