Existe en todos los grupos de corredores populares y su número ha ido en aumento al calor del boom del running. Si hace unas semanas hablábamos de la especie del 'tapado', hoy toca analizar con detenimiento al runner fantasma, que ha entrado por la puerta grande en este mundo del atletismo popular.

En primer lugar, conviene aclarar que su apelativo, el de 'fantasma', no responde, ni mucho menos al hecho de que dé miedo o pretenda asustar por su apariencia etérea, sino más bien todo lo contrario. Lo que da es bastante lástima.

1.- Se trata de un corredor que teme no ser aceptado por la manada runner por lo que se cree en la necesidad de mentir sobre sus habilidades como 'raner' popular. Presume a viva voz de  los tiempos de sus entrenamientos y de sus marcas en las carreras, aunque nadie puede dar fe de ello ni hay documento escrito o pulsómetro que puedan corroborarlo.

2.- Nunca pasa desapercibido a pesar de que nadie sabe realmente quién es, de dónde ha salido  o cómo entró a formar parte de nuestro elitista grupo de entrenamiento de whatsapp. Aunque suele aparecer y desaparecer sin que nadie sepa nada de su vida en semanas, incluso meses, pero cuando regresa, lo hace por todo lo alto. Se hace notar desde el primer momento con su continuo y agotador parloteo, como el hilo musical de los hoteles.

3.- Es imposible entablar una conversación con él, ya que es un maestro de los monólogos. Soliloquios que giran única y exclusivamente en torno a sus ritmos, sus tiempos, sus carreras, sus lesiones, sus preocupaciones… Si intentas meter baza, te hará la cobra sin ningún pudor y  llevará la conversación, de nuevo, hacia su persona: sus ritmos en las  series de 200, 400 y 800, su mejor marca en el último diezmil, media maratón o maratón.

4.- Eso sí, nunca es capaz de repetir sus proezas en presencia del grupo. "Tengo un pequeño pinchazo en el gemelo", "hice las series esta mañana, solo he venido un rato esta tarde a estirar piernas", "se me borró el entrenamiento", "olvidé apretar el botón de start", "decidí a última hora participar en la carrera y lo hice sin dorsal y por eso no aparezco en la clasificación" (ni en los vídeos)… Un tipo, en definitiva, con muy mala suerte ya que en todos sus  hitos como corredor popular, nunca ha habido nadie con quien celebrarlo.

5.- El runner fantasma también suele ir de sobrado ya que, aunque el día que toca entrenamiento grupal él tiene mil excusas para no correr, no dejan de salir perlas de su boca del estilo "hoy vais muy lentos, ¿no?", "esas series las he hecho yo esta mañana veinte segundos más rápido"... una pena que nadie haya estado allí para verlo.

6.- De hecho, tampoco conseguirás coincidir o quedar con él en una carrera popular. Nunca se presenta. No sonó el despertador, salió hasta altas horas y prefirió no salir. Una pena porque todo apuntaba a que volvería a batir su marca personal.

Y tú, ¿conoces a alguien así?