Supongamos que te duele el estómago y un amigo de confianza te recomienda unas pastillas que asegura que te van a ir muy bien. Las tomas y tal y como esperabas: ¡desaparece el dolor!

Sin embargo, esas pastillas que te han recomendado no cuentan con absolutamente ningún componente para apaciguar tu malestar, pero estabas tan convencido de que lo iban a hacer, que desaparece.

Éste es sólo un ejemplo del llamado “efecto placebo”, que está demostrado que puede aportar beneficios tanto físicos como psicológicos a personas que se someten a tratamientos suministrados como si tuvieran propiedades curativas, pese a no contar con ningún tipo de principio activo específico para ello.

Hasta ahora, el fenómeno había sido ampliamente estudiado en el ámbito del dolor y de los estados de estrés. Sin embargo, por primera vez se ha llevado a cabo una investigación sobre este efecto en nuestro sistema motor.

En un documento titulado “Placebo-Induced Changes in Excitatory and Inhibitory Corticospinal Circuits during Motor Performance”, publicado en el Journal of Neuroscience se llega a la conclusión de que el placebo también aporta resultados positivos cuando se aplica sobre el sistema motor.

“Se sabe que ciclistas y corredores bien entrenados, que creen haber ingerido cafeína, cuando en realidad han tomado una sustancia placebo, aumentan sus resultados; nosotros hemos sido los primeros en investigar de qué manera esto puede influir en el sistema motor", afirma una de las responsables de la investigación, Mirta Fiorio, docente de Psicobiología y Psicología fisiológica de la Universidad de Verona.

La investigación, que consiguió el premio Susanne Klein-Vogelbach 2015 por sus conclusiones en relación al movimiento humano, se llevó a cabo midiendo las funciones del sistema motor en voluntarios sanos.

Para ello, se utilizó una técnica de estimulación cerebral no invasiva. “Midiendo los índices específicos del sistema motor se ha visto, de manera clara, cómo las personas que creían someterse a un tratamiento (en realidad inerte) que debería aumentar su fuerza, mostraban una mayor activación del sistema motor”, explica Federico Schena, coordinador de la sección de Ciencias motoras del departamento de neurociencia.

“La investigación es innovadora y relevante porque ayuda a ampliar el conocimiento sobre los factores cognitivos que pueden mejorar el rendimiento incluso en los deportes", sentencia.