Cada pueblo y cada ciudad tienen las suyas, lo que también ha sido determinante en la expansión de ese furor por el running. Se calcula que unos dos millones y medio de personas salen a correr de forma más o menos habitual.

Cada vez hay más carreras, cada vez más participantes y comienza a extenderse la idea de que correr es sinónimo de tener que competir. Poe eso, muchos corredores populares participan en pruebas para las que no están preparados.

Los propios organizadores alimentan esta tendencia cuando no exigen marcas mínimas ni ponen límites de tiempo para entrar en meta. Hay corredores que ven en esto un fin exclusivamente económico y se rebelan saliendo a correr sin dorsal.

Una de las carreras que han sido objeto de la polémica es la San Silvestre Vallecana. Quienes la corren desde hace años, cuando apenas se inscribían 6.500 personas (frente a las 35.000 actuales), critican este abuso. Desde 2007, el precio de la inscripción ha aumentado de 6 euros a 21, y eso que ha coincidido con los años de crisis.

El maratón es otra prueba en la que se observa esta tendencia. Parecía un evento deportivo reservado a unos pocos, y parece haberse convertido en la nueva aventura urbana multitudinaria.

Behobia San Sebastián

Si echamos la vista atrás, concretamente 100 años, encontramos la primera carrera de España que tuvo lugar en el 1919. Se trata del recorrido del barrio irunés de Behobia, una de las pruebas más intensas para los corredores. Al ser un recorrido quebrado, es necesario que los participantes estén en buen estado físico, ya que ya son algunos corredores los que han perdido la vida durante esta prueba. Paradas cardiorrespiratorias o cardíacas se encuentran en la lista. En 2002, un chico de 23 años falleció por un paro cardiaco a escasos metros de llegar a la meta. Y así durante años consecutivos. El pasado año, J.J.S, un hombre de 31 años, fue el último en perder la vida.

San Silvestre Vallecana

Cada 31 de diciembre se celebra en Madrid esta conocida carrera popular. La multitudinaria San Silvestre, tiene un recorrido de 10 kilómetros y en ella se dan cita millones de personas anualmente. Su nacimiento radica en un bar y se festejó por primera vez en 1964. Antonio Sabugueiro junto a la compañía de unos amigos, decidió bautizar a esta prueba como Gran Premio de Vallecas. La inspiración por este nombre provino de otra carrera celebraba en São Paulo. En su arranque contó únicamente con 57 corredores, la mayoría profesionales. A pesar de que desde sus primeros años contaban con la presencia de madrinas como Bárbara Rey o Rocío Jurado, no fue hasta 1981 cuando las mujeres pudieron participar en la carrera.

Maratón de Madrid

Es el veterano de esta categoría en España, ya que tuvo lugar por primera vez en 1978. Desde el kilómetro 30, los corredores comienzan a machacar sus piernas, aún más si cabe. Y es que, desde ese punto comienza un fuerte desnivel que le ha dado fama de ser una de las carreras más duras. Según el Instituto de Estudios Turísticos de Madrid, solo los visitantes extranjeros se dejaron 28.094.906,13 euros en la ciudad en la semana previa a la última edición. En este cálculo no se cuentan a los 16.239 madrileños que se repartieron entre los 10k, la media maratón y la maratón, aunque se estima que cada uno gastó 119 euros de media.

Zurich Maratón de Barcelona

Ocupa la primera del ranking, en cuanto a participantes se refiere y la cuarta en Europa después de París, Londres, Berlín y Estocolmo. Cuenta con un recorrido liso y que ofrece grandes posibilidades para pisar la meta. Sus organizadores pretenden que crear un aforo de 30.000 corredores.

Zurich Maratón de Sevilla

Es uno de los maratones más llanos de toda Europa, en el que muchos logran alcanzar extraordinarios resultados. El recorrido está planificado por todo el centro histórico de la ciudad y la participación no para de aumentar. La gran parte de los 13.160 participantes llegaban desde las afueras de Sevilla y se dejaron ver más de 70 nacionalidades diferentes.

Maratón de Valencia Trinidad Alfonso

Esta prueba valenciana cuenta con un doblete histórico de plusmarcas de España. Y es que, en el año 2015, fue el keniata John Nzau Mwangangi quien registró una marca de 2:06:13, justo un minuto menos del record establecido por Félix Kipkemoi Keny en 2013. Se convierte así en la prueba maratón más veloz a nivel nacional. Además, la historia de este maratón valenciano está vinculada a la Sociedad Deportiva Correcaminos, un club pionero del atletismo popular.