Todo el mundo habla de las bondades de correr. Que si es muy bonito, que si es muy saludable, que si se hacen muchos amigos, que si te superas cada día, que si sirve para encontrarte ti mismo... Bla bla bla... Ya os digo yo que no es para tanto y os voy a dar unas cuantas razones para convenceros de que no hay ninguna necesidad de correr.
Vuestro bolsillo os lo agradecerá. Pese a que dicen por ahí que es un deporte "económico" no os dejéis engañar. Se empieza con unas zapatillas de oferta, una camiseta publicitaria de tu última fiesta nocturna y los pantalones cortos de cuando jugabas al fútbol.
De ahí se pasa a comprar zapatillas de 150€, ropa técnica de última generación, GPS de pulsera y cientos de completos cuasi innecesarios. Eso sin contar las inscripciones a carreras, viajes para correr fuera de vuestra ciudad, etc. ¡Echad cuentas y me decís! Que yo soy de letras.
Dicen que el correr es salud pero permitidme que lo dude. Ojo a esta lista: tendinitis, contracturas, micro-roturas y roturas musculares, esguinces, cintillas iliotibiales, fascitis plantares... Y podría seguir así un buen rato.
Hacedme caso y no les deis disgustos a vuestros pies y piernas. Por no hablar de vuestro corazón, eso de ponerlo a más de 200 pulsaciones no es buen asunto, eso dejarlo para los colibríes cuando andan en “plena faena”.
Por otro lado el tema de correr no os ayudará con tus relaciones sociales. Malgastar vuestro tiempo entre carreras y entrenamientos no hará que vuestras familias y amigos os miren con buenos ojos. Olvidaos de trasnochar los sábados y tomaros alguna que otra bebida espirituosa, ya sabéis, el domingo hay carrera.
Y eso de dejar a vuestra pareja sola en casa por salir a correr os asegura alguna que otra noche en el sofá, vuestras espaldas se resentirán y eso nos devuelve al párrafo de arriba, ¿Veis como correr no es bueno para la salud?
Además os convertiréis en el "friki" de vuestro grupo de amigos, sólo hablaréis de vuestros entrenamientos, carreras, zapatillas... ¡El estigma del runner caerá sobre vosotros!
¿Os gusta dormir? Pues esa es otra razón para que no corráis. ¿Sabéis a qué hora empiezan las carreras? Y hay que llegar antes para dejar las cosas en el ropero, calentar, evacuar aguas menores (y mayores dado el caso), situarse en la salida…
Hay veces que compensa ni siquiera acostarse. Y no os quiero contar cuando llega el verano. Hay que salir al alba si no quieres morir achicharrado, no es una sensación muy agradable que digamos. Así que dejadlo, vuestra cama os echará de menos si empezáis a correr.
Y para acabar de rematar las razones para no correr está el tema alimenticio. Olvidaos de comer todo lo que te apetezca si te da por correr. Normalmente se empieza a trotar para bajar unos kilos.
Una vez conseguido esa bajada de peso el paso siguiente es ponerte a dieta para correr más lejos y más rápido, ¡una locura! Algunos os dirán que después de una carrera o entrenamiento se ponen ciegos, pero no os fieis, es simple y puro postureo.
Sólo lo hacen para subir fotos de cervezas y torreznos a Instagram. Se alimentan como canarios, a base de un alpiste llamado quinoa, que encima tiene el precio de la sangre de unicornio.
No quiero seguir para no hundirte más en la miseria a ti que quizá te estás planteando empezar en esto del correr o running. Eso sí, antes de dar el paso relee este post y piénsatelo dos veces.
Nota del autor: Este post fue escrito durante una crisis “existencialista runner”. Ruego no se me insulte ni a mí ni a mis familiares cercanos. Gracias.